Con “profunda preocupación”, la Oficina en Colombia de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos ha catalogado el espionaje militar a periodistas y defensores de los derechos humanos. Luego de unas denuncias publicadas por la revista Semana, la ONU urgió al gobierno a tomar acciones frente a estas prácticas irregulares.
El presunto espionaje a periodistas, activistas y abogados por parte de la inteligencia militar salió a la luz tras una publicación de la revista Semana. Con ello desencadenó el repudio de la prensa y del propio presidente Iván Duque, quien pidió castigo para los responsables.
En el Día de la Libertad de Prensa, la delegación de la ONU expresó en un comunicado “su profunda preocupación por estas denuncias públicas”. Ve con desasosiego la existencia de agresiones a periodistas y demás personas que fueron objeto de actividades de inteligencia el año pasado. Dichas denuncias las hicieron fuentes militares bajo reserva a la revista Semana.
De acuerdo a lo revelado por la revista, unas 130 personas estuvieron en la mira de la inteligencia del ejército de Colombia. Las fuerza militares, además de espiar, perfilaron y abrieron carpetas con los datos y contactos de las personas sin una orden judicial.
“Inteligencia debe usarse para proteger derechos humanos y no para vulnerarlos”, indicó la Oficina en Colombia de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos.
El espionaje militar se hizo a periodistas que denunciaron escándalos comprometedores
Entre los “blancos” del espionaje figuran periodistas estadounidenses y locales que publicaron escándalos que comprometen a altos dirigentes del gobierno.
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Por ejemplo, los llamados Falsos Positivos. En las investigaciones realizadas por la prensa denunciaron las directrices secretas del alto mando militar que podían llevar a nuevas ejecuciones extrajudiciales. Fueron cientos de civiles asesinados presentados como rebeldes caídos en combate. Todo lo hicieron para inflar los logros oficiales en el gobierno del ahora senador Álvaro Uribe (2002-2010).
Frente a estas labores de espionaje, la Oficina de la ONU destacó la decisión del presidente Duque de apartar del servicio a una docena de oficiales. El mandatario también incluyó la salida de un general, por otro episodio de chuzadas a periodistas, políticos y jueces divulgado a principios de año.
Los militares fueron dados de baja el viernes. Justo unos días previos a la circulación de la edición de la revista Semana en la que se dio a conocer el más reciente escándalo de espionaje militar.
Sin embargo, Naciones Unidas urgió al gobierno a “tomar todas aquellas acciones adicionales” que garanticen que no se repitan actividades contra la prensa y demás sectores civiles.
“La Oficina recuerda que, conforme a los estándares internacionales de derechos humanos, la regulación e implementación de actividades de inteligencia debe guardar correspondencia con la garantía de protección de los derechos humanos, no vulnerarlos”, añadió.
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