Un equipo de científicos ha detectado una nueva variante del COVID-19 en Sudáfrica, que podría ser potencialmente más contagiosa debido a las múltiples mutaciones que la conforman.
“La variante B.1.1.529 tiene un número extremadamente elevado de mutaciones y podemos ver que tiene un potencial muy alto de propagación”, explicó el virólogo Tulio de Oliveira en una rueda de presa del ministerio de Sanidad.
La nueva variante ha encendido las alarmas y fue detectada por el Instituto de Investigación KRISP de la Universidad de Kwazulu-Natal, la misma que descubrió la variante Delta en 2020.
Los análisis preliminares evidenciaron que las mutaciones de esta nueva variante podrían hacerla más contagiosa hasta del punto de convertirla en dominante.
De hecho, la OMS reconoció que la variante Delta que fue identificada en la India redujo en un 40% la eficacia de las vacunas para prevenir la transmisión de la enfermedad.
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Los científicos sudafricanos aseguraron que aún se desconoce si las vacunas existentes son eficaces contra esta nueva variante y cómo podría actuar la inmunidad adquirida frente a un posible contagio.
“Lo que nos preocupa es que esta variante no solo podría tener una capacidad de transmisión mayor, sino que también podría ser capaz de eludir partes de nuestro sistema inmunitario”, explicó el investigador Richard Lessells.
El Instituto Nacional de Enfermedades Transmisibles (NICD, por sus siglas en inglés) explicó que hasta el momento se han identificado decenas de casos. Además, también se ha reportado su presencia en países como Botsuana y en Hong Kong.
¿Una amenaza mayor?
La autoridad sanitaria indicó que el número de contagios de COVID-19 ha venido aumentando considerablemente y estaría explicado por la incidencia de esta nueva variante.
La provincia más poblada de Sudáfrica (Gauteng) en la que se encuentran ciudades como Pretoria y Johannesburgo ha estado registrando un incremento en el número de test positivos entre la población.
Ante este escenario, los científicos advirtieron que el sistema sanitario tiene que prepararse para la llegada de una nueva ola de contagios en las próximas semanas.
El ministro de Sanidad, Joe Phaahla, indicó que este incremento fue provocado por la variante Delta pero tras estos nuevos hallazgos se cree que también tendría una relación con la nueva variante.
“Representa una amenaza mayor. Esta nueva variante del COVID-19 refuerza el hecho de que este enemigo invisible al que nos enfrentamos es muy imprevisible”, indicó Phaahla.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya ha empezado a estudiar esta nueva variante debido a que podría cambiar la capacidad de transmisión, la efectividad de tratamientos, diagnósticos y vacunas contra el COVID-19.
“Es una variante a seguir. No conocemos mucho de esta variante aún, sabemos que tiene un alto número de mutaciones, y la preocupación es que ello afecte al comportamiento del virus”, indicó María Van Kerkhove, jefe anticovid de la OMS.
De acuerdo con la experta, aún no se ha determinado el impacto que puede tener y la forma cómo afectaría la eficacia de las vacunas por lo que aún no es un motivo de alarma.
Esta noticia se conoce en momentos en que varios países del mundo, especialmente en Europa, vienen registrando un incremento exponencial de casos hasta el punto de que han tenido que volver a endurecer las medidas sanitarias.
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