Un grupo de científicos en el mundo advirtió que la idea de dejar circular libremente el virus del COVID-19 para alcanzar la inmunidad colectiva en la población es un peligroso “espejismo” para el manejo de la pandemia.
De acuerdo con los expertos, esta posibilidad buscaría que determinada proporción de la población se infecte con el virus de manera que la pandemia se frene sola, a falta de nuevas personas que contagiar.
Ante este escenario, la Organización Mundial de la Salud (OMS) rechazó contundentemente esta propuesta debido a que nunca en la historia de la salud pública se ha utilizado la inmunidad colectiva como una estrategia para manejar una pandemia o epidemia.
“Dejar libre a un virus peligroso, del que se nos escapan muchas cosas, es simplemente contrario a la ética. No es una opción porque es problemático desde el punto de vista científico y ético”, manifestó Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS.
Precisamente, la organización ha estimado que solo el 10 % de la población en el mundo (760 millones de personas) habrían contraído el COVID-19, lo cual plantea que la mayoría de las personas siguen siendo susceptibles a esta enfermedad y el umbral de inmunidad colectiva estaría muy lejano.
Esta posibilidad ha sido evaluada por varios gobiernos en el mundo buscando evitar que los daños económicos, sociales y sanitarios se prolonguen en el tiempo por lo que no se decretarían nuevos confinamientos generalizados.
A principios de octubre un grupo de científicos hizo un llamado denominado como “The Great Barrington Declaration”, en favor de dejar que el virus circule entre los jóvenes que tengan buena salud y que no sean susceptibles de enfermar gravemente para proteger así a los más vulnerables.
Esta posibilidad fue apoyada por la Casa Blanca y el presidente de EE.UU. Donald Trump ha defendido esta idea con frecuencia al creer que el virus no es peligroso.
Sin embargo, un grupo de 80 científicos publicó una carta abierta en la revista médica The Lancet en donde aseguraron que esta idea es un grave error para el manejo de la pandemia.
“Una transmisión incontrolada entre los más jóvenes sería muy arriesgada en términos de salud y mortalidad para el conjunto de la población”, explicaron, al resaltar que esta idea llevaría a una saturación de los sistemas sanitarios.
En ese sentido, los expertos han asegurado que esta apuesta suscitaría una mayor presión a los sistemas de salud conllevando a que se registren mayores muertes ante la imposibilidad de atender a grandes grupos de personas al mismo tiempo contagiadas con el COVID-19.
Otros factores
Los expertos han explicado que la inmunidad colectiva frente al COVID-19 supone tomar riesgos en materia de salud pública sobre todo porque aún se desconocen los efectos y secuelas que puede dejar la enfermedad en las personas a largo plazo.
Asimismo, la OMS ha explicado que todavía se desconoce cuánto tiempo puede durar la inmunidad adquirida de las personas recuperadas del coronavirus y ya se han registrado algunos casos de reinfección de esta enfermedad.
“Las reinfecciones muestran que no podemos apoyarnos en la inmunidad adquirida mediante la infección natural para alcanzar la inmunidad de grupo”, indicó Akiko Iwasaki, médica especialista en inmunidad de la Universidad de Yale.
Algunos defensores de la inmunidad colectiva natural también argumentan que su umbral, estimado generalmente para un virus entre 60 % y 80% de la población, sería en realidad menor porque no todo el mundo contrae el COVID-19.
En ese sentido, el concepto de inmunidad colectiva es utilizado en las campañas de vacunación pero la OMS recordó que para la viruela se requiere que 95% de la población sea vacunada para que el 5% restante sea protegido.
Ver más: La OMS rechaza que se deje circular el COVID-19 para buscar una inmunidad colectiva
Este escenario de inmunidad colectiva frente al coronavirus se lograría cuando gran parte de una comunidad desarrolle una inmunidad frente a la enfermedad, disminuyendo así el riesgo de transmisión, pero el mundo todavía esta lejano de esta posibilidad.
“En otras palabras, la inmunidad colectiva se logra protegiendo a las personas de un virus, no exponiéndolas a él. Dejar circular el COVID-19 sin control, por lo tanto, significa permitir infecciones, sufrimiento y muertes innecesarias”, manifestó el director de la OMS.
El debate sobre la inmunidad colectiva en el mundo se da en momentos en que los rebrotes en Europa ha generado una gran preocupación para los expertos.
Finalmente, los científicos han advertido que la humanidad tendrá que convivir con el COVID-19 por lo menos durante un año ante la expectativa de que se logre desarrollar y autorizar una vacuna contra la enfermedad en los próximos meses.
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