El mundo avanza con los programas de vacunación contra el COVID-19 en medio de la amenaza de la variante Delta que ha demostrado ser más contagiosa y que ha encendido las alarmas sobre la eficacia de las vacunas ante esta mutación.
La comunidad científica y los autoridades sanitarias vienen realizando estudios para evaluar no solo el nivel de protección de las vacunas sino también la forma como el virus puede ser transmitido aún en personas que ya han sido inmunizadas; ya que esto incidirá en el comportamiento de la pandemia en los próximos meses.
Las vacunas protegen
Unos estudios realizados en el Reino Unido e Israel han evidenciado que las vacunas son extremadamente eficaces contra la enfermedad grave del COVID-19; pero proporcionan solamente una protección parcial frente a una infección por la variante Delta, la cual se ha vuelto dominante en el mundo respecto a la cepa original.
La investigación británica evidenció que hay una “eficacia imperfecta de la vacuna contra la infección” ya que es eficaz en un 49 % contra la infección entre edades de 18 a 64 años, y se eleva a un 59% para las infecciones sintomáticas.
“Los vacunados tienen tres veces menos posibilidades de dar positivo al virus. Siempre hay un riesgo de infección, ninguna vacuna es eficaz al 100%”, indicó Paul Elliott, responsable del estudio realizado por el Imperial College de Londres.
Otro estudio realizado en el Reino Unido también concluyó que la vacuna Pfizer/BioNTech era eficaz en un 88 % contra la forma sintomática del COVID de la variante Delta, mientras que la vacuna de AstraZeneca registró un 60%.
Sin embargo, en Israel los datos oficiales muestran una eficacia de solamente 39 % de la vacuna Pfizer/BioNTech contra la infección y de un 40,5 % contra el COVID sintomático, siendo considerablemente menor respecto a las cifras que tenía para la cepa original.
Los expertos han asegurado que todas estas cifras deben ser tomadas y revisadas con prudencia ya que se aplican a un período en el que Israel registraba relativamente pocos casos en total.
Pero en caso de que se confirmaran, estos índices de eficacia podrían indicar un retroceso en la inmunidad de los vacunados desde hace meses o una mayor capacidad de la variante Delta para eludir las defensas inmunitarias al replicarse más rápidamente en el organismo.
¿Por qué los los vacunados son contagiosos?
Un estudio de un ‘cluster’ (foco de contagios) que fue realizado en el estado del Massachusetts (EE.UU.) encendió las alarmas debido a la cantidad de virus hallado en las personas vacunadas e infectadas, siendo comparable a la de los no vacunados.
“Algunas personas infectadas por la variante Delta tras ser vacunadas pueden ser contagiosas y transmitir el virus a otras personas” indicó Rochelle Walensky, directora de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC).
La funcionaria le explicó al The New York Times que la variante Delta estaría haciendo que las personas vacunadas tengan una mayor carga viral en la nariz y en la garganta respecto a la cepa original, lo cual motivó a los CDC a recomendar nuevamente el uso de mascarillas es lugares de alto riesgo.
Los CDC también reportaron que una persona infectada con la variante Delta, este vacunada o no, puede contagiar a ocho o nueve personas más respecto a la cepa original que podría transmitirse a dos; lo cual confirmaría que esta mutación es tan contagiosa como la varicela.
Ver más: ¿Necesitaremos una tercera dosis de la vacuna contra el COVID-19 debido a las variantes?
A pesar de que estos datos son inquietantes, los expertos han hecho un llamado a la prudencia al revisarlos ya que se necesitan de más investigaciones para poder comprobar si verdaderamente las personas vacunadas están teniendo una alta carga viral que puede ser transmitida.
“Hasta ahora, los demás estudios han mostrado que las personas vacunadas infectadas tienen un carga viral más débil y por tanto transmiten probablemente mucho menos que las personas no vacunadas” explicó la inmunóloga Claude-Agnès Reynaud, directora de investigación en el francés CNRS (Centro Nacional de Investigación Científica).
¿Cuáles son las consecuencias?
Los datos preliminares confirman que las vacunas no otorgan una inmunidad total y que el COVID-19 en su variante Delta puede seguir circulando y siendo transmitido en las personas que ya han sido vacunadas.
Sin embargo, las autoridades sanitarias han resaltado que estar vacunado es fundamental ya que las vacunas siguen brindando un buen nivel de protección frente a la hospitalización y muerte por el COVID-19.
“La vacunación crea un especie de barrera a la transmisión del virus a nivel de la población. El problema es que no hay bastantes barreras para impedir que el virus consiga hallar un nuevo receptor y deje de circular”, indicó la viróloga Angela Rasmussen.
Ante este nuevo escenario, los expertos han recomendado seguir utilizando las medidas de protección, especialmente el uso de mascarillas, en zonas de alto riesgo de transmisión como en el espacio y transporte público o en lugares cerrados.
“La recomendación sobre el uso de máscaras se actualizó para garantizar que el público vacunado no transmita el virus a otras personas sin saberlo, incluidos a sus seres queridos no vacunados o inmunocomprometidos (con enfermedades preexistentes)”, concluyó la directora de los CDC.
Finalmente, las autoridades sanitarias ya están contemplando una tercera dosis de la vacuna contra el COVID-19 ante la rápida propagación de variantes más contagiosas que la cepa original del COVID-19 con el objetivo de brindar un refuerzo de la protección en la población.
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