La vacuna de AstraZeneca para el COVID-19 ha estado en el centro de la polémica en los últimos meses luego de que varios países reportaran algunos casos de problemas de coagulación en personas que habían recibido el fármaco en el esquema de vacunación.
La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) se pronunció sobre estos casos reconociendo que la vacuna podría provocar, en algunas personas, problemas sanguíneos muy inhabituales y que serían considerados como unos efectos secundarios de la vacuna de AstraZeneca.
Sin embargo, los expertos han indicado que los beneficios de la vacuna siguen siendo muy superiores para la protección frente al COVID-19 y estos casos de trombos no representa un riesgo de seguridad para la población en general.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) se mostró más prudente, estimando que el vínculo entre la vacuna y los casos de tromboembolismos eran “posibles, pero no confirmados” en un número minoritario de pacientes que recibieron las dosis.
Por su parte, la Agencia Francesa de Medicamentos (ANSM) reportó que los problemas observados no son trombos corrientes (formación de coágulos sanguíneos) sino un fenómeno “muy atípico”.
“Se trata de trombosis de las venas grandes, atípicas por su localización (cerebral en su mayoría, pero también digestiva), que pueden estar asociadas a una trombocitopenia (un déficit de plaquetas sanguíneas) o a problemas de coagulación como hemorragias”, indicó la ANSM.
En ese sentido, estos casos se estarían presentando a las dos semanas de que las personas recibieran la vacuna por lo que algunos sectores han pedido hacer un seguimiento durante este periodo.
La farmacéutica AstraZeneca destacó que las agencias de medicamentos aseguran que los beneficios de su vacuna para el COVID-19 superan “ampliamente” los riesgos, a pesar de que los análisis apuntan a un posible vínculo con trombos sanguíneos.
“Globalmente, esos exámenes de las agencias reafirmaron que la vacuna ofrece una protección de alto nivel contra todas la formas graves de COVID-19 y que esos beneficios continúan superando ampliamente los riesgos”, indicó el laboratorio.
¿Cuáles son los factores de riesgo?
Las autoridades europeas han asegurado que los casos de trombos se han presentado en su mayoría en mujeres de menores de 60 años luego de que recibieran la vacuna.
En el Reino Unido, donde la vacuna se ha utilizado para gran parte de la población , los casos han sido detectados en 51 mujeres y 28 hombres, de edades comprendidas entre 18 y 79 años.
Sin embargo, este patrón de afectación no permite sacar conclusiones si el género y la edad podría estar vinculada con este efecto secundario ya que la vacuna de AstraZeneca se ha utilizado inicialmente en poblaciones jóvenes.
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Además, el hecho de que las mujeres preliminarmente sean las mas afectadas puede estar relacionado a que la vacuna se ha usado mucho en el personal sanitario, una categoría prioritaria de población y un sector en el que trabajan muchas personas de esta población.
“De momento, los exámenes no identificaron factores de riesgo específicos. Es importante que tanto las personas vacunadas como los profesionales de la salud estén al tanto de la posibilidad de que se desarrollen casos muy raros de coagulación sanguínea combinados con niveles bajos de plaquetas en la sangre dentro de las dos semanas posteriores a la vacunación”, indicó la EMA.
¿Qué factor puede tener la edad?
Después de la primera oleada de suspensiones de la vacuna, algunos países europeos decidieron dejar de utilizar la vacuna por debajo de una determinada edad.
El Reino Unido solo la utilizará con mayores de 30 años, Alemania y Holanda decidieron restringirla a los menores de 60 años, Canadá, Francia y Bélgica dejaron de usarla con menores de 55 años.
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Asimismo, Suecia y Finlandia decidieron que no la aplicaran en menores de 65 años, mientras que Noruega y Dinamarca optaron por suspender totalmente y de manera provisional el uso de la vacuna.
“No solo tenemos una vacuna, tenemos varias. Por eso, me parece que tiene sentido reservar la de AstraZeneca para las personas mayores”, declaró Sandra Ciesek, una viróloga de la Universidad Goethe de Fráncfort a la revista Science.
¿A qué se deben estos problemas de coagulación?
Las investigaciones preliminares apuntan a que estos casos estarían relacionados a una reacción inmunológica desmesurada provocada por la vacuna.
“Una explicación plausible de estos eventos raros es que sean una respuesta inmunológica que conduce a una condición similar a la que se observa en ocasiones en pacientes tratados con heparina, lo que se denomina trombocitopenia inducida por heparina (HIT)”, explicó Emer Cooke, la directora ejecutiva de la EMA.
En un estudio publicado el 28 de marzo, pero que todavía no ha sido evaluado por otros científicos, unos investigadores alemanes y austriacos establecieron un relación con otro mecanismo ya conocido.
“El fenómeno asociado a la vacuna de AstraZeneca se parece clínicamente a la trombocitopenia inducida por heparina (TIH)”, indicó el equipo de científicos, liderado por Andreas Greinacher de la Universidad de Greifswald.
La TIH es una reacción inmunitaria anormal, grave e inhabitual que es desencadenada en algunos pacientes por un medicamento anticoagulante como la heparina.
Por su parte, el colectivo de investigadores y médicos de Francia “Du côté de la science” (Del lado de la ciencia) también ha explicado que estos casos estarían vinculados a “una reacción inmunitaria intensa” y plantea la hipótesis de que se habría originado con “la inyección accidental de la vacuna en una vena del músculo deltoides (en el hombro)”.
En el mundo más de 200 millones de personas han recibido las dosis de la vacuna de AstraZeneca y solo se han documentado, hasta el momento, unos 222 casos de trombosis, especialmente en Europa.
Sin embargo, los expertos y autoridades han asegurado que en todos los medicamentos la clave está en ponderar los riesgos y los beneficios y por eso el comité de seguridad de la EMA aseguró que los riesgos del COVID-19 son muy superiores a los efectos secundarios que tendría la vacuna de AstraZeneca.
“El beneficio de la vacuna de AstraZeneca en prevenir el COVID-19 supera el riesgo de efectos secundarios. El COVID-19 es una enfermedad muy seria con altas tasas de hospitalización y muerte, y cada día causa miles de muertes en toda la Unión Europea (UE)”, indicó la EMA.
Por su parte, la OMS aseguró que se necesitan estudios especializados para entender completamente la relación potencial entre la vacunación y posibles factores de riesgo de esta vacuna.
La vacuna de AstraZeneca ha demostrado ser muy efectiva para prevenir la enfermedad grave y hospitalizaciones ante el COVID-19 y ha sido uno de los primeros fármacos en recibir las aprobaciones de uso por parte de las autoridades sanitarias de los países en el mundo.
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