La farmacéutica Johnson & Johnson reveló preliminarmente que su vacuna contra el COVID-19 tiene una efectividad promedio del 66 % en la prevención de la enfermedad moderada o grave y del 85 % en los casos más graves.
La compañía también explicó que su vacuna tiene una salvedad y es que tiene una menor eficacia en Sudáfrica, en donde apareció una mutación que sería más contagiosa y que ya estaría presente en unos 30 países en el mundo.
De acuerdo con el estudio de fase 3 realizado con cerca de 44.000 personas, la efectividad de la vacuna disminuyó al 57% en la muestra de voluntarios en Sudáfrica, evidenciando que está variante sería más esquiva para las vacunas que se están desarrollando.
“El inicio de la protección se observó en el día 14. El nivel de protección contra la infección por COVID-19 de moderada a grave fue del 72 % en los Estados Unidos, del 66 % en América Latina y del 57% en Sudáfrica, 28 días después de la vacunación”, indicó la compañía.
El nivel de protección alcanzado por Johnson & Johnson está por encima del mínimo requerido por la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA) de EE.UU., pero está por debajo de las vacunas de Pfizer y Moderna que ya fueron aprobadas y que superaron el 90 % de eficacia.
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El jefe científico del conglomerado farmacéutico, Paul Stoffels, indicó al medio especializado Stat News, que lo más significativo es el alto porcentaje de efectividad del 85 % en la prevención de los casos más severos del COVID-19.
“En una pandemia, si puedes eliminar las consecuencias severas de muerte, hospitalización y grave enfermedad con una sola dosis eso es lo que más importa”, señaló Stoffels.
Sin embargo, a diferencia de las vacunas de Pfizer y Moderna, que usan la innovadora técnica del ARN mensajero, la vacuna de “J&J” es un inmunizante de “vector viral”.
Estas vacunas usan como soporte otro virus poco agresivo, transformado para añadir una parte del responsable del COVID-19.
El virus modificado penetra en las células de las personas vacunadas, que fabrican entonces una proteína típica del COVID-19 que educará a su sistema inmunitario para reconocerlo. Esta técnica es similar a las utilizadas por las vacunas de AstraZeneca y Sputnik V.
Precisamente, una de las ventajas de esta vacuna es que, hasta el momento es la única que requiere una dosis respecto a las otras. Además, puede almacenarse a temperaturas de refrigerador normal facilitando considerablemente su distribución.
El grupo se comprometió a enviar 100 millones de dosis a Estados Unidos antes del fin de junio, unas 200 millones de dosis a la Unión Europea antes de que acabe el año, con los primeros envíos previstos para abril, y otros 200 millones a los países en vías de desarrollo, a partir de junio.
Los resultados frente a la variante sudafricana
El estudio de fase 3 de esta vacuna también ha generado cierta preocupación al evidenciar que su eficacia frente al COVID-19 puede oscilar entre el 72 % (EE.UU) y el 57 % que fue evidenciada en Sudáfrica en donde la mutación más contagiosa se ha vuelto en la variante dominante.
Los expertos han explicado que numerosas mutaciones del coronavirus fueron observadas desde su aparición, la gran mayoría sin consecuencias. Algunas pueden, sin embargo, otorgarle ventajas para su supervivencia, como una mayor capacidad de transmisión.
Ese es el caso de la mutación conocida como británica, mientras que los científicos sospechan que las variantes sudafricana y brasileña son igualmente susceptibles de ser más contagiosas.
La menor eficiencia de la mayoría de las vacunas ante la variante sudafricana preocupa a la autoridades sanitarias, que consideran que es vital vacunar a cuanta más gente sea posible antes de que se implante como una variante dominante.
Las campañas de vacunación en el mundo han comenzado con tropiezos y retrasos, por lo que los expertos esperaban que una vacuna de una sola dosis como la J&J remediara la escasez de suministros y permitiera evitar que la gente regresara para recibir la dosis de refuerzo.
Se espera que Johnson & Johnson solicite la autorización de distribución de urgencia en Estados Unidos, lo que le convertiría en la tercera vacuna en recibir luz verde para ser distribuida en conjunto con la vacuna de Moderna y la de Pfizer-BioNTech.
Los laboratorios responsables de esta última anunciaron el jueves que su inmunizante conserva gran parte de su eficacia contra las principales mutaciones de la variante inglesa y sudafricana del coronavirus responsable del COVID-19.
La compañía de biotecnología estadounidense Moderna ha indicado, por el momento, que su vacuna resulta eficaz contra la variante británica, pero que también se había observado una reducción en la protección contra la sudafricana.
La suma potencial de una tercera vacuna llega en un momento en el que Estados Unidos trata de acelerar su ritmo de inmunización para alcanzar la meta del presidente, Joe Biden, de aplicar 1,5 millones de dosis por día.