Un equipo de investigadores logró establecer que el cambio climático está haciendo que las noches en algunas zonas de la Tierra tengan un mayor calentamiento que en las horas diurnas.
Así lo pudieron establecer unos científicos de la Universidad de Exeter que estudiaron el calentamiento de 1983 a 2017, encontrando una diferencia en la temperatura media anual de más de 0,25 ° centígrados entre el calentamiento diurno y nocturno en más de la mitad de la superficie del planeta.
“Los días se calentaron más rápidamente en algunos lugares y las noches en otros, pero el área total de calentamiento nocturno fue desproporcionadamente mayor en más del doble”, reseña el estudio.
De acuerdo con la investigación, el 54 % de la superficie terrestre ha experimentado una diferencia de calentamiento superior a los 0,25 ° centígrados y esto se estaría presentando principalmente a los cambios que se vienen registrando en la cobertura de nubes.
En ese sentido, los expertos explicaron que el aumento de la cobertura de nubes enfría la superficie durante el día y retiene el calor durante la noche, lo que conduce a un mayor calentamiento durante las horas nocturnas.
Además, la disminución de la cobertura de nubes permite que más calor llegue a la superficie durante las horas del día, pero ese calor se pierde durante la noche.

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El investigador del Instituto de Medio Ambiente y Sostenibilidad de Exeter, Daniel Cox, indicó que estos cambios en el calentamiento diurno y nocturno tienen unas implicaciones significativas para las especies de fauna y flora.
“Demostramos que un mayor calentamiento nocturno está asociado con el clima cada vez más húmedo, y se ha demostrado que esto tiene importantes consecuencias para el crecimiento de las plantas y cómo interactúan especies de insectos y mamíferos”, manifestó Cox.
De acuerdo con el experto, un mayor calentamiento diurno está relacionado con unas condiciones más secas, lo cual aumenta la vulnerabilidad que tienen las especies al estrés por el calor y la deshidratación, por lo que se estima que las especies que están activas durante la noche o el día se verán afectadas por este escenario.
Los investigadores decidieron realizar este estudio a nivel global analizando los registros horarios de temperatura, nubosidad, y los niveles de humedad y precipitación en todas las regiones del planeta.
De esta forma, esta información les permitió modelar las diferentes tasas mínimas y máximas del cambio de temperatura durante el día y la noche, así como la cobertura de nubosidad y lluvias durante estos dos periodos.
A partir de estos análisis lograron evidenciar que el crecimiento de la vegetación y los patrones de lluvia cambiaban lo cual tenía una incidencia directa en la flora adaptada a estas condiciones de temperatura y humedad.
“El aumento del calentamiento nocturno provocó un menor crecimiento de la vegetación donde llovió más, probablemente debido al aumento de la cobertura de nubes que bloquea el Sol”, explicaron.
Asimismo, los investigadores lograron establecer que el aumento del calentamiento nocturno fue más frecuente en las regiones más húmedas, donde una mayor cobertura de nubes reduce la fotosíntesis influyendo en el crecimiento de la vegetación.
“El aumento del calentamiento diurno se asoció con regiones más secas, donde la disponibilidad de agua puede ser el factor limitante del crecimiento de la vegetación”, concluyeron.
Finalmente, los científicos explicaron que es importante hacer un seguimiento a estos patrones de temperaturas nocturnas y diurnas en las diferentes regiones del planeta debido a que generarán unos impactos en el mundo biológico por las presiones climáticas a las que se tendrán que someter las especies.
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