Una investigación realizada por la Universidad de Arizona pudo establecer que el COVID-19 estaría suprimiendo el dolor de las personas contagiadas, lo cual explicaría por qué algunos pacientes experimentan pocos o ningún síntoma del coronavirus.
El estudio adelantado por científicos de Ciencias de la Salud demostró que el dolor es inhibido cuando el COVID-19 infecta las células a través de un receptor de proteína conocido como la neuropilina-1.
El profesor de la Facultad de Medicina, Rajesh Khanna, resaltó que estos hallazgos son importantes ya que permitirían entender que muchas personas estarían transmitiendo la enfermedad sin saber que la han contraído.
“Tienes el virus, pero no te sientes mal porque tu dolor ha desaparecido. Si podemos demostrar que este alivio del dolor es lo que está causando que el COVID-19 se propague más, es de enorme valor para el manejo de la pandemia”, resaltó Khanna.
De acuerdo con el experto, los análisis permitieron establecer que la proteína pico (Spike) del coronavirus coopta el receptor VEGF-A / Neuropilin-1 para inducir un tipo de analgesia en el cuerpo de las personas.
“Esta investigación plantea la posibilidad de que el dolor, como síntoma temprano de COVID-19, pueda ser reducido por la proteína de pico del COVID-19, ya que silencia las vías de señalización del dolor del cuerpo”, indicó Michael D. Dake, vicepresidente de Ciencias de la Salud de U Arizona.
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Precisamente, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. revelaron recientemente que el 50% de la transmisión del COVID-19 ocurre antes del inicio de los síntomas y el 40 % de las infecciones por este coronavirus son asintomáticas.
Los investigadores destacaron que este hallazgo no solo permitiría entender el comportamiento del COVID-19 en el cuerpo sino también abre la posibilidad para explorar y desarrollar nuevas terapias enfocadas en esta proteína para el dolor, con el objetivo de ir reduciendo la dependencia en el uso de opioides.
Los hallazgos
Los investigadores explicaron que los virus infectan las células de las personas a través de receptores de proteínas y en el caso del COVID-19 usa el receptor de la enzima angiotensina 2 (ACE2) para ingresar al cuerpo.
Sin embargo, nuevos estudios permitieron establecer que el COVID-19 estaría utilizando la neuropilina-1 como un segundo receptor para la infección de las células de las personas.
“Eso nos llamó la atención porque durante los últimos 15 años, mi laboratorio ha estado estudiando un complejo de proteínas y vías que se relacionan con el procesamiento del dolor que están relacionadas con la neuropilina”, explicó Khanna.
En ese sentido, el equipo de investigadores decidió estudiar a profundidad de qué forma el COVID-19 suprimiría el dolor y cuáles proteínas estarían involucradas en este proceso.
De acuerdo con los expertos, existen muchas vías biológicas relacionadas al dolor y una de ellas es denominada como factor de crecimiento endotelial vascular A (VEGF-A), la cual está vinculada con el crecimiento de los vasos sanguíneos, así como con enfermedades como el cáncer, la artritis reumatoide y ahora con el COVID-19.
“La proteína de pico del COVID-19 revirtió completamente la señalización del dolor inducida por VEGF. No importaba si usábamos dosis muy altas de picos o dosis extremadamente bajas, se revirtió el dolor por completo”, indicó Khanna tras realizar experimentos en el laboratorio para comprobar esta hipótesis.
Finalmente, el investigador resaltó que se ha asociado con inmunólogos y virólogos para continuar la investigación sobre el papel de la neuropilina en la propagación del COVID-19 y especialmente en su papel de suprimir el dolor.
Además, esperan evaluar el potencial desarrollo de moléculas, especialmente naturales, contra esta proteína para aliviar el dolor de los pacientes que tengan otras enfermedades.
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