Un equipo de científicos de la Universidad de Chile descubrió una nueva especie de dinosaurio acorazado, tras encontrar un fósil de 74 millones de años en la región de Magallanes.
Los paleontólogos quedaron desconcertados al establecer que este dinosaurio (Stegouros elengassen) tenía una extraña cola en forma de garrote.
El hallazgo se registró en 2018 en una inhóspita zona de la Patagonia conocida por ser un prolífico yacimiento de dinosaurios. Sin embargo, lo que sorprendió al equipo de investigadores fueron los restos de una cola.
Estos fósiles fueron extraídos del lugar y llevados al laboratorio de la Red Paleontológica de la Universidad de Chile en donde empezaron a analizarse hasta llegar a este curioso descubrimiento.
Los científicos que lideraron el estudio, Sergio Soto y Alexander Vargas, destacaron que se trata de un linaje de dinosaurio completamente desconocido ya que no se parece a ningún otro espécimen catalogado hasta la fecha.
Una de las características que resaltan de este ejemplar están en su cola, la cual tiene una forma de garrote como el que era utilizado por los antiguos Aztecas.
“Es un eslabón evolutivo entre los anquilosaurios y otros linajes más antiguos de dinosaurios acorazados. Stegouros tiene solo algunos de los rasgos que normalmente se encuentran en anquilosaurios, particularmente en el cráneo, pero muchos otros están ausentes”, explicó Soto.
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Una de las razones que permitió establecer su origen fue que el 80% de los fósiles del esqueleto de este dinosaurio fueron encontrados casi intactos, lo cual ayudó a reconstruir su historia evolutiva.
De esta forma, los científicos lograron establecer que esta especie vivió en esta región hace 71 a 74.9 millones de años, era herbívoro, tenía un peso de 150 kilos y unos dos metros de longitud.
Desconocidos en América del Sur
Los investigadores destacaron que hasta el momento se han encontrado muy pocos restos de anquilosaurios en América del Sur, por lo que el hallazgo del Stegouros elengassen ha despertado mucha curiosidad sobre su historia evolutiva.
Los análisis permitieron evidenciar que esta especie podría tener un vínculo con dos dinosaurios acorazados que fueron encontrado en la Antártida (Antarctopelta) y Australia (Kunbarrasaurus).
“Existen distintas evidencias contundentes de que hay una conexión biogeográfica con otras regiones del planeta, en este caso Antártida y Australia, porque tenemos dos dinosaurios acorazados cercanamente emparentados con este (Stegouros)”, explicó Soto.
Sin embargo, el ejemplar descubierto en Chile se diferencia por tener un menor tamaño, una armadura mucho más ligera pero con unos miembros más esbeltos.
“Se trata de un herbívoro, cuya boca tenía una peculiar forma angosta hacia la punta y recurvada, muy similar a los picos de las aves. Poseía además filas de placas dérmicas óseas que recorrían su parte dorsal, las que probablemente lo ayudaban a defenderse de depredadores”, indicaron.
Ante estos descubrimientos, los científicos han planteado que este fósil sea reconocido como una nueva especie, para que sea denominada como Parankylosauria; esto con el objetivo de distinguirlos de sus parientes el hemisferio norte del planeta.
“Los Parankylosauria carecen de muchos rasgos de los anquilosaurios ‘verdaderos’ que ya estaban presentes en el Jurásico medio, hace unos 165 millones de años. Por lo tanto, las raíces de Parankylosauria deben ser muy antiguas, anteriores a esa fecha”, explicó Alexander Vargas.
Finalmente, los científicos destacaron que lo que hoy es Chile y Suramérica, en conjunto con África, Oceanía, India y la Antártida, estaban ubicado al margen occidental de un mega continente conocido como Gondwana que existió durante la era de los dinosaurios.
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