Con la autorización de uso de las vacunas contra el coronavirus desarrolladas por Pfizer y Moderna, se ha aumentado la expectativa sobre la posibilidad de ir controlando paulatinamente la pandemia del COVID-19.
Estas vacunas se han convertido en las primeras en el mundo en recibir autorizaciones de uso de emergencia para combatir el coronavirus pero una de las particularidades es que estas farmacéuticas utilizaron una técnica pionera nunca antes utilizada en el desarrollo de vacunas.
La estructura
Las dos vacunas desarrolladas por Pfizer y Moderna utilizan una técnica conocida como ARN mensajero o ARNm, la cual se introduce en las células humanas para que el propio cuerpo produzca proteínas virales que le sirven para generar los anticuerpos que necesita para defenderse.
No obstante, cada vacuna usa su propio tipo de cobertura lipídica para proteger el ARN mensajero, pero lo cierto es que esta técnica pionera ha demostrado tener una alta efectividad para combatir el COVID-19.
La conservación en frío
Las dos vacunas requieren una conservación en frío pero existe una diferencia en cuanto a las temperaturas en las que tienen que ser almacenadas y transportados.
Por ejemplo, la vacuna de Pfizer necesita temperaturas de entre -60 y -80 grados centígrados, lo que ha obligado a organizar un costoso y complejo sistema de distribución y almacenaje, mientras que la de Moderna tan solo requiere -20 grados, como un congelador doméstico.
Los desarrolladores han explicado que la vacuna de Pfizer puede estar 5 días en una nevera convencional y la de Moderna puede resistir hasta 30 días, por lo que este último biológico puede tener la ventaja de ser mucho más manejable logísticamente, especialmente en países en vías de desarrollo.
Las dosis
Las farmacéuticas han explicado que las vacunas requieren dos dosis con varios días de diferencia en la aplicación. Sin embargo, la vacuna de Moderna tiene una concentración de 100 microgramos y deben administrarse con 28 días de diferencia.
Por su parte, la vacuna de Pfizer son de 30 microgramos y deben ser administradas en las personas con un plazo de 21 días.
La eficacia
La eficacia ha sido uno de los puntos destacables de estas dos vacunas ya que se ha evidenciado una efectividad del 95 % frente el COVID-19, pero los reguladores estadounidenses han revelado que la vacuna de Moderna ha demostrado una importante capacidad para prevenir casos graves de coronavirus.
Las edades
La Agencia de Alimentos y Medicamentos (FDA, en inglés), el ente regulador de EE.UU., ha autorizado la vacuna de Pfizer para personas mayores de 16 años; mientras que la de Moderna está preparada para mayores de 18 años.
Las empresas
Pfizer es una de las grandes empresas farmacéuticas con 170 años de historia y Moderna es una biotecnológica de apenas una década desde su fundación y sin ningún producto en el mercado.
Sin embargo, Moderna, hasta hace poco una empresa emergente, no había presentado nunca antes una vacuna ante la FDA y por eso la aprobación de su vacuna se convierte en uno de los mayores logros que ha alcanzado esta farmacéutica
Ver más: La vacuna de Moderna es segura y demostró una alta efectividad contra el COVID-19: FDA
El apoyo público
De acuerdo con los informes, la farmacéutica Moderna ha participado activamente de la Operación Warp Speed del Gobierno de Donald Trump y ha accedido a 2.500 millones de dólares de fondos federales para comprar nuevos materiales, ampliar sus instalaciones y aumentar su plantilla en un 50 %.
Por su parte, Pfizer no hace parte de esta operación pública de financiación pero sí firmó un contrato anticipado con el Gobierno de EE.UU. para la compra de al menos 100 millones de dosis.
Sin embargo, aún falta establecer con mayor claridad la duración que puede tener la inmunidad que brindan estas vacunas contra el COVID-19 pero esto solo se podrá conocer con las investigaciones que continúan desarrollando estas farmacéuticas.
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