En esta oportunidad te explicamos qué es el hambre emocional, una de las posibles razones por la cual siempre crees tener la necesidad de ingerir alimentos, aunque no sea necesario. Recuerda que a pesar de que comer llega a ser un placer, nunca deberíamos abusar de los alimentos, ya que afecta nuestra salud y apariencia física, lo que puede llegar a hacernos sentir arrepentidos de haber abusado.
¿Qué es el hambre emocional?
El hambre emocional es cuando una persona comienza a comer sin ni siquiera tener hambre realmente. Se trata de un tipo de trastorno alimenticio relacionado al estado de ánimo y las emociones: cuando no sabemos resolver un problema simplemente recurrimos a la comida, explica Sanitas. Esta necesidad aparece de manera compulsiva e incontrolada, solamente para satisfacer ese “algo” que causa perturbación, pero que no es otra cosa que un conflicto emocional sin resolver.
“El hambre emocional es aquella sensación que lleva a comer de forma injustificada. Sin hambre real, sin motivo o situación real. Se trata de un estado de “confusión interna”, según el cual el sujeto une la comida a las emociones”, asegura África Urbano, psicóloga de la Unidad de Obesidad del Hospital Universitario HM Montepríncipe, en Madrid, señala Cuídate Plus.
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Características del hambre emocional
- Necesidad de introducir alimentos aunque no se experimente hambre verdadera, comiendo de forma compulsiva y sin control.
- Suele haber sentimiento de culpa luego del atracón, ya que siguen sintiéndose insatisfechos. Esto ocurre porque realmente el problema interno no se resuelve.
- Las personas piensan que al comer se sentirán mejor, sin embargo, al no resolverse el problema solo se ocasiona una sensación de tristeza por el atracón.
¿Qué hacer si tienes sensación constante de querer comer?
Las ganas constantes de comer están muy unidas a las emociones, por lo tanto el primer paso para combatirla es revisar nuestro interior y buscar solucionar esos problemas que nos aquejan. Incluso se relaciona a otros síntomas como la ansiedad, depresión, tristeza, aburrimiento, etc. De ser así, uno de los pasos más importantes que puedes dar es buscar ayuda profesional para atacar lo que te afecta desde la raíz.
También puedes tomar en cuenta las siguientes recomendaciones para evitar el hambre emocional:
- Realiza un menú diario de comidas con alimentos balanceados, donde sepas exactamente qué vas a comer, cantidades y horas.
- Apuesta por alimentos saciantes que te ayuden a controlar el apetito como, por ejemplo: frutas y verduras. Cuando tengas ganas de comer entre horas apuesta por este tipo de alimentos en lugar de recurrir a frituras o dulces.
- El hambre emocional se relaciona al consumo excesivo de azúcar y dulces procesados. Mejor opta por opciones como frutas o yogurt.
- Realizar ejercicio físico ayuda a reducir los niveles de ansiedad y calmarte cuando estas enfrentando algún problema.
¿Cómo diferenciar el hambre emocional de la real?
“Sentir hambre no es lo mismo que tener hambre. Cuando el sujeto come de forma organizada (cinco veces al día) sabe que entre una y otra ingesta no puede tener hambre, aunque sienta o no sienta el impulso de comer”, advierte Urbano.
Además existen las siguientes características:
- Al contrario del hambre real, el hambre emocional aparece de la nada.
- Demanda alimentos altos en calorías y con antojos en concreto, como es el caso de dulces, chocolates o donas.
- Cuando tienes hambre real luego de comer te sientes bien, pero con el hambre emocional sientes culpa, vergüenza o insatisfacción.
Recuerda que lo más importante es tu salud, si sientes que el hambre emocional se está apoderando de tu vida y no lo puedes controlar, lo mejor es acudir con un especialista.
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