Demasiado frío o demasiado calor, con la sensibilidad en los dientes no hay una temperatura agradable. De acuerdo a Healthline, este trastorno puede afectar todos los dientes, uno solo o grupos de ellos y puede ser de corta duración o crónico.
La sensibilidad en los dientes se dispara por estímulos de temperatura, aunque también puedes experimentarla cuando comes algo muy ácido.
Entre sus causas se encuentran algunas prácticas que puedes eliminar de tu rutina para evitar esa dolorosa y molesta sensación que puede hasta quitarte las ganas de comer. Uno de esos hábitos es cepillar tus dientes con demasiada fuerza o usar un cepillo demasiado duro.
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Esto no solo hace que tus dientes se vuelvan sensibles, sino que deteriora su esmalte y te hace más propensa a tener caries, por lo que cepillarte con esta técnica es contraproducente.
No comas alimentos ácidos
Ingerir regularmente alimentos ácidos también puede debilitar el esmalte de tus dientes, por lo que debes reducir su ingesta si tienes problemas de sensibilidad dental. Es recomendable que te enjuagues la boca después de comer o beber cualquier cítrico.
También hay algunas condiciones médicas, como el reflujo gastroesofágico, que pueden causar dientes sensibles, pues el ácido estomacal puede llegar hasta la boca.
Tus dientes pueden volverse sensibles como síntoma de enfermedad periodontal, caries y otros padecimientos, o cuando tienes dañada una resina, por lo que debes evaluarte con un odontólogo para descartarlo.
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Los remedios caseros que puedes usar para reducir la sensibilidad son enjuagues bucales con agua de jengibre, o aplicarlo directamente en los dientes. Otra opción es frotarlos con aceite de canela.
Recuerda que debes ser delicada al tratar con tus dientes, pues cualquier acción puede resultar abrasiva y dañar tu esmalte.
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