Bailar es una actividad emocionante y divertida capaz de ayudar a liberar estrés, por eso, si comienzas un día con mal pie no descartes dedicarle unos cuantos minutos a un baile relajante.
Es no necesario que seas bailarín profesional, todo lo que importa es que tengas la intención de despejar la mente y mover las caderas al ritmo que desees poner.
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Cómo poder hacer un baile relajante en casa
Graciela Figueroa, bailarina y directora de las escuelas Río Abierto, manifestó en una entrevista para la revista Cuerpo Mente que: “Bailar es el camino más rápido para alcanzar la alegría que abraza todas las tristezas”.
Además, comentó que por medio de la danza y el baile relajante el cuerpo adquiere mayor sensibilidad y resistencia. Por otro lado, Figueroa expresa que “con el movimiento se pueden modificar emociones, pensamientos y desarrollar una mejor conexión con nosotros mismos”.
Bailar en casa
Por ese motivo, reveló un paso a paso para hacer un baile relajante en casa y meditar. Puedes seguir estos consejos en las mañanas, antes de dormir o cuando tengas un tiempo disponible en el día.
Primero: Realiza una respiración y eleva los brazos mientras empujas la tierra con los pies.
Segundo: Al momento de bajar, acerca las manos sobre la cabeza y al ejecutar el movimiento toma conciencia sobre el camino del cielo a la tierra. Es decir, intenta transitar un canal que viene desde la cabeza hasta el centro de la tierra.
Tercero: Coloca música o haz una danza indígena con tu propio canto, iniciando desde los pies para no perder el contacto con la tierra.
Cuarto: Sigue la música o a tu cuerpo para comenzar a moverte, identifica lo que sientes y realiza una danza de curación. En conclusión, tu cuerpo te dará las herramientas para crear un baile relajante a tu manera.
Quinto: Evita perder la conexión con tus emociones. Lleva las mano a tu corazón y celebra el casamiento entre el cielo y la tierra.
Sexto: Abre las manos que están en tu corazón para entregar al universo esa energía. Con esto puedes encontrar tu visión y pensamientos. Después de eso, desde la empatía entrega las actividades del día y de la vida en general mientras sigues con el baile relajante.
Séptimo: Recoge las manos para recibir del universo. En este momento obtienes la compañía y guía que necesitas. “El universo está conmigo. Somos uno. Estoy dispuesto para el día, estoy abierto a la vida”, concluyó la bailarina.