Ya sea por su textura o sabor muchas personas acostumbran consumir manzanas sin su cáscara. Sin embargo, la piel de esta deliciosa y nutritiva fruta tiene grandes beneficios y diferentes usos que vale la pena conocer antes tirarla a la basura.
Tanto en la pulpa como en la cáscara, la manzana es una buena fuente de propiedades antioxidantes, vitaminas y minerales capaces de beneficiar nuestra vida en muchos aspectos.
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Además, es importante destacar que uno de sus componentes principales es la pecticina, una fibra que puede ayudar a reducir el colesterol, regular los niveles de glucosa y prevenir enfermedades como la diabetes.
Así que mejor asegúrate de no desperdiciar nada de esta fruta para aprovechar todas sus bondades.
Usos de la cáscara de manzana
Para aromatizar tu hogar
Si eres fanática de los ambientadores, puedes hacer uno tú misma. Necesitas: un puñado de cáscaras de manzana, tres tazas de agua, y dos ramitas de canela o clavos de olor.
Simplemente pon a hervir el agua en una olla con todos los ingredientes y deja cocinar a fuego lento. La mezcla impregnará tu casa de su delicioso olor y perdurará por un largo tiempo.
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Infusión para acelerar el metabolismo
Si estás intentando reducir medidas, la cáscara de manzana puede ser de gran ayuda debido a que es antiinflamatoria, favorece los procesos digestivos y contiene ácido ursólico, una sustancia que ayuda a reducir la acumulación de grasa.
Para preparar esta infusión hierve una taza de agua con la piel de una manzana y una cucharadita de canela durante unos minutos. Deja enfriar unos minutos y endulza con miel al gusto.
Como botana
Para saciar tu antojo de la tarde y evitar la comida chatarra, opta por unos chips de cáscara de manzana. Para prepararlos, toma la piel de cinco manzanas y mezcla con una o dos cucharadas de aceite de oliva y una pizca de sal. Llévalas al horno por 10 minutos a 180 °C ¡y listo!
¡Ya lo sabes! Existen muchas razones para no tirar las cáscaras nunca más.