La leche materna es un líquido vital para la alimentación de los bebés, pero tiene grandes propiedades que no son alimenticias y que han sido exploradas por la medicina alternativa. Un estudio de la Universidad de Varsovia recopiló varios ensayos con diferentes usos de la leche materna que muestran resultados prometedores en el tratamiento de ciertas condiciones de la piel.
Como alimento, se ha probado que tiene poderes inmunológicos, pues eleva las defensas de los bebés contra enfermedades respiratorias, diabetes, hipertensión, asma, enfermedades cardiovasculares, gastrointestinales e infecciones del oído medio.
El mismo estudio asegura que la leche materna se ha usado en el tratamiento de conjuntivitis, pezones agrietados, rinitis e infecciones de la piel. Su aplicación ha resultado favorable para tratar eczema, pañalitis y hasta para secar el cordón umbilical de los bebés.
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Esta leche es considerada una medicina natural, que puede funcionar en países donde el acceso a las medicinas es escaso o por quienes desean tratamientos naturales.
Remedio de abuelitas
Ha sido una tendencia aplicarla en el rostro como mascarilla para hidratar la piel, reducir la sensación producida por las quemaduras solares, cicatrizar la piel lastimada y secar el acné. Las abuelitas han aconsejado su uso en casos de conjuntivitis y de dolor de oído, y la ciencia está en camino de darles la razón: la leche materna en efecto posee propiedades antibacteriales.
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En algunas pruebas, la leche ha demostrado tener similar efectividad a los medicamentos de venta por prescripción, sobre todo cuando se trata de curar la pañalitis, dermatitis, o eczema.
De tal manera que, si te atreves, puedes incorporar la leche materna a tu rutina de belleza y disfrutar de sus amplias propiedades curativas. ¿Te atreverías?
