La técnica del microblading cada día goza de más popularidad y es que a través de ella podemos obtener unas cejas perfectas y pobladas como las de Emilia Clarke.
Se trata de una forma de maquillaje semipermanente en la que se aplica tinta en las capas superficiales de la piel. Este proceso posee un tiempo de duración entre uno a dos años y para realizarlo se usa un objeto en forma de lápiz que contiene entre 12 y 14 agujas delgadas.
Puede que al escuchar la palabra ”agujas’ te parezca un proceso aterrador y lleno de dolor pero en realidad la molestia que causa es similar a pequeños pinchazos que generan sensación de calor en la zona.
“Es una técnica en donde se hacen pequeñas incisiones en la piel con un inductor y en estas incisiones introducimos pigmentos hipoalergénicos vegetales y van a simular pelitos”, explica Sofía Piña, especialista en microblading.
Esta dinámica ofrece un sueño hecho realidad para muchas mujeres: despertarse con las cejas hermosas sin la necesidad de pasar varios minutos maquillando y retocando las mismas hasta conseguir el aspecto deseado. Sin embargo, cuando el proceso sale mal, esa decisión podría convertirse en un verdadero dolor de cabeza.
“Algunos de los errores más comunes es el uso de pigmentos. Hay que aprender a regular los pigmentos y hacer la combinación adecuada de colores”, detalla la experta.
Aunado a ello, es primordial acudir a especialistas en cejas porque una persona inexperta podría aplicar la tinta en capas más profundas de la piel, dejando así una marca permanente por años.
Para Piña es muy importante “aprender a trabajar con la densidad de la piel, o sea en qué profundidad de la piel voy a trabajar, si me voy muy profundo compacto el pigmento, que quiere decir, que se corre, entonces en vez de ver un trazo finito, que va a similar el pelito, voy a ver un manchón de pigmento”.
No obstante, quedarse en una zona muy superficial también podría considerarse un error según la especialista en cejas porque, en esos casos, el color se desvanece muy rápido.
Por otro lado, cuando el procedimiento se realiza siguiendo tendencias, el resultado puede dejar de ser atractivo en muy corto plazo y en la peor de las experiencias, el maquillaje permanente y los retoques realizados se convertirán en marcas que acentúan el envejecimiento y modifican por completo el aspecto natural del rostro.
De acuerdo con Sofía Piña, cuando uno ingresa a un lugar de belleza debe considerar todos los parámetros de limpieza. Del mismo modo, cuando se trata de la técnica del microblading, ella aconseja solicitarle a la artista que va a realizar el trabajo que muestre el inductor o la navaja cerrada.
Además, la experta recomienda ser muy precavidas con todos los mecanismos de seguridad porque al tratarse de cortes en la piel podría correrse el riesgo de contraer enfermedades como VIH o hepatitis.
Cuando se busca revertir un mal trabajo de microblading se puede recurrir a la despigmentación láser o esperar hasta que las líneas se vayan desvaneciendo por completo.
“Hay dos formas principales para hacer una remoción. Una es con láser que funciona muy bien y se extrae el color pero siempre vamos a perder el pelito existente. En el caso de la remoción con químico es mucho más delicado, costoso y doloroso pero se evita la pérdida del pelo”, explica la especialista.
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