Tener la piel sensible y grasa tiene solución, para modificar ese problema estético es vital utilizar productos adecuados que potencien la rutina de cuidado y belleza cotidiana, sobre todo la parte de limpieza e hidratación.
No tienes que sentirte mal por tener la piel sensible y grasa, realmente las imperfecciones, manchas rojas en la piel, el picor y la sensación de tirantez es más común de lo que te imaginas.
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Aunque te haya tocado batallar mucho para mejorar el aspecto de tu piel sensible y grasa, existe una buena noticia y es que la esperanza no está perdida. Con los cuidados correctos puedes ir de manera progresiva recuperando suavidad y dándole a tu cutis una apariencia saludable.
El secreto está en la buena elección de los productos a utilizar dentro de la rutina de belleza y cuidado de la piel, sin embargo, también hay trucos efectivos que te pueden ayudar a presumir una piel suave y libre de imperfecciones.
Trucos para mejorar la piel sensible y grasa
Comienza con la limpieza y la exfoliación
Lo primero que debes tener presente es que no todos los limpiadores funcionan en cualquier tipo de piel. Por ese motivo, necesitas un producto que te permita retirar las impurezas y el maquillaje pero, al mismo tiempo, sea delicado para la piel.
Para las personas que poseen la piel sensible y grasa una buena opción incluir en la rutina de cuidado el agua micelar calmante. Este producto le cae de maravilla a las pieles que tienen sensibilidad al agua porque no debe retirarse con el vital líquido. Además, ayuda a desmaquillar, retirar la suciedad y las impurezas.
Por otro lado, la exfoliación es igual de importante que la limpieza. Para ello, apuesta por exfoliantes que posean extracto de alga dorada dentro de su fórmula porque ayudan a remover todas las impurezas y le dan un aspecto más sano a la piel.
Usa prebase
La idea es que tengas una textura suave y uniforme en la piel, por eso, las esencias de belleza se vuelven un aliado fabuloso para mejorar la regeneración de la piel y potenciar el sistema de defensa de la epidermis.
Estos productos favorecen la piel sensible y grasa porque otorgan un extra de protección y le dan más suavidad al rostro.
¡Hidrata siempre!
Otro truco bastante efectivo que ayuda a fortalecer este tipo de piel contra las agresiones del medio ambiente es la hidratación. Por eso, una alternativa acertada sería apostar por fórmulas ligeras para la piel grasa pero que no lleguen a secar o matizar en exceso la piel.
Además, es importante revisar que tengan cualidades calmates, de esta manera, se contribuye al confort de la piel eliminando el picor, las manchas rojas o la sensación de tirantez.
Vale destacar que antes de hacer cualquier cambio importante en relación a la piel sensible y grasa es mejor consultarlo con el dermatólogo tratante. Además, también puedes aplicar los productos en una zona del cuerpo primero para descartar reacciones adversas.