El desconocimiento puede llevarnos a cometer actos que consideramos inofensivos, pero que realmente no nos están beneficiando en nada, esto ocurre muchas veces con hábitos comunes que suelen afectar la salud de la piel.
¿De qué depende la condición de la piel? Aunque la genética siempre está involucrada, lo cierto es que gran parte del trabajo reposa en los buenos hábitos y el cuidado que le demos a la misma. Por lo general, todas las personas quieren lucir un aspecto sano y disfrutar de una piel suave e hidratada pero pueden estar haciendo cosas que, sin darse cuenta, solo perjudican.
Dentro de la rutina de belleza de muchas mujeres están presentes los aceites y es que con ellos la piel puede obtener bondades maravillosas, sin embargo, algunos son un arma de doble filo, especialmente para las personas de piel grasa porque usar estos productos muy seguido puede provocar una piel mucho más grasosa. Para una piel hidratada nunca subestimes al agua, recuerda que el inconveniente de la piel seca es que no retiene agua sino que acumula grasa.
Sabemos que todos tenemos problemas y que la forma de lidiarlos es completamente personal pero acumular estrés, cansancio, ansiedad o depresión puede afectar la salud de la piel progresivamente. Aunque no es fácil, lo mejor es aprender a manejar nuestras emociones y transformar todo aquello que no nos hace bien en algo que sí nos beneficie. De lo contrario, puedes ver cómo tu cabello, uñas y piel comienzan a cambiar negativamente.
Buscar que la piel esté hidratada es un punto favorable pero exagerar puede afectar su salud evitando que luzca joven y bonita. Mantén presente que nada en exceso es bueno y aunque tus intenciones sean las mejores, el exceso de hidratación es contraproducente ya que se debilita la barrera que fortalece la piel.
Todos sabemos que hay hábitos dañinos como consumir bebidas alcohólicas muy seguido, fumar con frecuencia o ser adicto a la cafeína pero… ¿Sabías que además de hacerle daño al cuerpo estás afectando la salud de la piel? Claro que sí, estos detonadores pueden volver la piel grasa, provocar la aparición de arrugas en una edad más temprana o deshidratar la piel al punto de hacerla sensible o enrojecida la mayor parte del tiempo.
Además de estos malos hábitos, que seguro considerabas inofensivos, es importante vigilar la higiene, los cuidados que se le dan al cuerpo, la protección contra los rayos ultravioletas o los alimentos que se están consumiendo en el plan alimenticio cotidiano pues así se garantiza una mejor salud de la piel.
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