Por lo general, las personas lavan su cabello día por medio o cada dos o tres días si lo tienen muy reseco pero… ¿Alguna vez te imaginaste dejar de lavar el cabello por muchos días?
Aunque puede parecerte poco higiénico, las personas que forman parte del movimiento anti-shampoo indican que su melena se transformó después de dejarla de lavar por meses o incluso años.
A los promotores de esta actividad se les conoce como ‘no poo’ y ellos impulsan las bondades de no lavarse el pelo con frecuencia. Además, comentan que luego de varias semanas sin agua ni shampoo notaron un cabello más grueso, fuerte y con las puntas reparadas.
Sin embargo, aventurarse a hacer el experimento sin consultarlo con un experto puede resultar en complicaciones de salud.
De acuerdo con la dermatóloga Patricia Carmona lo que ocurre es que, cuando hay exceso de grasa, los hongos que habitan en el cuero cabelludo crecen más de lo normal ocasionando problemas como dermatitis seborreica.
Por otro lado, la dermatóloga Angela Lamb, del Hospital Mount Sinai de New York, explica que cuando se usa shampoo ocurre un proceso conocido como saponificación, es decir, las partículas de grasa y suciedad se encapsulan y son liberadas con el agua.
No obstante, mientras más frecuente se realice este hábito de limpieza, mayor grasa se produce y más rápido se caen los cabellos débiles.
Para la doctora Carmona, “la gente que dice que se le seca el pelo si lo lava diario es porque no lo está lavando con los ingredientes ideales”. Del mismo modo, comenta que “no está usando el acondicionador adecuado” y por eso siente la necesidad de lavarlo todos los días.
Ciertamente, la producción de grasa puede regularse las primeras semanas en las que no se usa shampoo. Sin embargo, al pasar un mes, el exceso de esta sustancia habrá encapsulado la mayoría de las células muertas, generando picazón, mal olor y un caldo de cultivo de bacterias.
Además, pasados los seis meses, los folículos pilosos van a estar obstruidos impidiendo que el cabello crezca y ocasionando que se vuelva débil. Del mismo modo, aumenta el riesgo de infección en el cuero cabelludo debido a la acumulación de bacterias.
La dermatóloga Carmona explica para América Digital que “cuando la piel cabelludo tiene un exceso de grasa, o una seborrea, puede estar afectando también la piel en la parte de la frente con brotes de acné”.
Todos tenemos condiciones y necesidades diferentes. Por eso, aunque no existe un número exacto que determine los días, la clave está conocer el tipo de cabello que tienes, su estructura, densidad, porosidad o estilo de vida.
Además, cuando la piel cabelluda no está bien, por la falta de limpieza, comienza a dar ciertas señales como: pequeños residuos de piel, comezón y sensación grasosa.
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