Ha sido un dicho conocido que el estrés produce canas, pero un reciente estudio demostró que no se trata solo de una creencia, sino que es un hecho científico.
Un estudio de la Universidad de Harvard comprobó que, durante los episodios intensos de estrés, los folículos pilosos se pueden quedar sin melanocitos, que son los responsables del color de nuestros pelos.
El estrés actúa estimulando la producción de melanocitos por encima de los niveles normales, hasta que ya los folículos se quedan sin esas células que hacen posible que cada pelo tenga color, y como consecuencia se producen las canas.
Los autores del estudio explican que es el mismo mecanismo que se activa en situaciones de peligro y de huida, que ponen a nuestro sistema nervioso en alerta máxima, lo que se traduce en un aumento del ritmo cardíaco y la dilatación de las pupilas.
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En la investigación, usaron ratones a los que les inyectaron sustancias productoras de estrés. Al cabo de cinco días, los ratones se habían quedado sin melanocitos que pigmentaran sus pelos.
El estrés es una amenaza
Usualmente, las canas comienzan a aparecer entre los 35 y 40 años, debido a la disminución en la producción de melanina en el cuerpo, pero en algunas personas por distintos factores genéticos y ambientales se pueden presentar mucho antes.
Así que si vives tu vida estresada, quizás quieras darte un descanso por el bien de tu melena y de todo tu cuerpo. Otras investigaciones han ratificado que el estrés produce canas y puede tener efectos que incluso pueden causar la muerte, al actuar como disparador o factor agravante de muchas enfermedades.
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Los especialistas sugieren prácticas de relajación e higiene mental y evitar las situaciones, lugares y personas que puedan producir una exposición a estrés severo y prolongado, lo que aumenta las probabilidades de tener efectos de salud negativos.