Murió esperando su regreso a casa. Varado desde hace cuatro meses en Chile, el argentino Luis Pérez Ramírez, de 63 años, perdió la vida luego de que un pico de presión le desencadenara en un infarto, debido a la tristeza que le generaba no poder estar en su hogar junto a sus tres hijas.
Desde hace cuatro meses, cuando las fronteras en varios países del mundo comenzaron a cerrar tras la llegada del coronavirus, la vida de Luis Pérez Ramírez también se complicó.
El argentino había viajado a Chile el 10 de marzo junto su hermana, Inés Pérez Ramírez, para visitar a una familiar en Villa Rita, un pueblo del sur. Su objetivo era regresar el 17 de marzo, pero lo que no sabía este hombre es que su estadía en ese país se prolongaría indefinidamente, pues el cierre de los pasos fronterizos le impidieron a él y a su hermana regresar a su amado país de origen.
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El tiempo pasó y los hermanos Pérez seguían atrapados en Chile, situación que comenzó afectar anímicamente al argentino. A esto se sumó que el paso fronterizo Internacional Cardenal Antonio Samoré, un puerto de montaña a través de la Cordillera de los Andes que atraviesa la frontera entre Chile y Argentina, abrió para permitir el paso de los chilenos, pero no de los argentinos.
Asimismo, en un momento se habló de que abrirían el paso fronterizo de Pino Hachado, pero las condiciones climáticas lo impidieron. Todo parecía estar en contra del regreso de este argentino varado en Chile.
En todo este tiempo que duraron esperando su regreso a Argentina, Inés Pérez señaló en entrevista con medios locales que hubo vuelos de repatriación para los cuales no fueron llamados, aún cuando los hermanos argentinos estaban dispuestos a pagar el pasaje aéreo.
El 26 de mayo, precisamente, fue uno de los últimos viajes de repatriación, pero más de 610 personas continúan varadas en Chile, lo que cada vez comenzó a afectar más la salud del argentino Luis Pérez.
“Quería volver para ver a sus hijas, sus nietos y también por el dinero. Esto iba a ser un viaje de poquitos días, estaba muy triste. Hasta que un día empezó con dolor de estómago y luego se descompuso. Lo llevamos al hospital de Villa Rita y poco tiempo después los trasladaron a un hospital de mayor complejidad. Pero no pudo sobrevivir”, relató su hermana Inés Pérez en entrevista con La Nación.
La salud del argentino comenzó a agravar, al punto de que su inmensa depresión por estar varado en Chile sin sus hijas lo llevaron a sufrir ayer, a las 19:30 hora Argentina, un pico de presión que derivó en un infarto. De acuerdo Inés Pérez, su hermano Luis perdió la vida esperando un regreso a casa que nunca llegó.
Luis Pérez Ramírez era plomero y gasista. Tenía tres hijas, quienes hoy esperan el traslado de las cenizas de su padre, dado a que fueron ellas quienes le solicitaron a Inés la cremación del cuerpo para facilitar el traslado.
“Éramos muy unidos, sobre todo porque él había enviudado hace poco. Vivíamos cerca, los dos en Ituzaingó, en Buenos Aires. No puedo creer que haya muerto acá por hacerse mala sangre durante meses”, le sostuvo Inés, quien trabaja como costurera y empleada doméstica, a los medios locales.
Los restos del argentino Luis Pérez permanece en una capilla, mientras Inés espera a poder viajar por tierra para tomar un vuelo de repatriación desde Santiago de Chile el 25 de julio, con las cenizas de su hermano.
“Pedimos al consulado de Santiago de Chile que se le diera prioridad al caso de Inés, que desde el 28 de abril están en una lista. En un momento iban a poder volver por tierra, pero el clima frenó ese operativo”, informó a La Nación Alejandro Piñeiro Aramburu, cónsul argentino en Concepción, Chile.
Entre tanto, Inés Pérez solo le pide al Gobierno que la situación de su hermano no se replique a otros compatriotas. Aunque, de acuerdo con el Consulado de Argentina, la situación de los varados en Chile parece complicarse cada día.
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