La autoridades de Dinamarca lamentaron que miles de visones que fueron sacrificados en las últimas semanas emergieran de la tierra en donde habían sido enterrados debido a la acumulación de gases en sus cuerpos.
Estos animales fueron sacrificados con el objetivo de minimizar al riesgo de transmisión del coronavirus a humanos luego de que se detectara una mutación de la enfermedad.
“Los gases hacen que los animales se hinchen y, en el peor de los casos, el visón aflora de la tierra y esto afectó a unos pocos centenares de animales”, indicó Jannike Elmegaard, de la Administración Veterinaria y de Alimentos de Dinamarca.
Los visones están sepultados en zanjas de unos 2,5 metros de profundidad y 3 metros de ancho. Una primera capa de aproximadamente un metro de visones sacrificados fue cubierta con cal antes de colocar otra capa de los animales, cubierta de nuevo con cal y seguidamente con tierra.
Sin embargo, como el suelo en el que fueron enterrados es arenoso, algunos cadáveres han aflorado a la superficie y ha incrementado la indignación de las organizaciones animalistas en el país.
“Si el suelo hubiese sido más arcilloso, habría sido más pesado y los visones no habrían aflorado. Los animales que reemergen son sepultados de nuevo en otro sitio y las autoridades custodian el lugar para protegerlo de zorros y aves rapaces”, explicó Elmegaard.
Lo cierto, es que las fotos y videos que han sido compartidos en las redes sociales han generado un gran rechazo así como múltiples comentarios como el de un internauta en Twitter que calificó el 2020 como el “año de los visones mutantes zombis asesinos”.
Dinamarca sacrificó a miles de visones en el norte del país luego que 11 personas contrajeron una mutación del coronavirus que había sido observada en los animales.
Sin embargo, una mayoría del Parlamento danés respaldó la decisión de sacrificar los 15 millones de visones de todos los criaderos del país debido al temor causado el virus.
El gobierno había anunciado la medida a pesar de que no tiene derecho a ordenar la matanza de animales sanos, un paso en falso que lo obligó a buscar consenso político para una nueva ley.
El gobierno socialdemócrata en minoría acordó con cuatro partidos de izquierda y centro el apoyo a un proyecto de ley que le permitiría sacrificar todos los visones, incluso fuera de la región del norte donde se detectaron las infecciones. La ley también prohíbe la crianza de visones hasta fines de 2021.
En Dinamarca hay más de 1.140 criaderos de visones los cuales emplean a unas 6.000 personas. Además este sector representa el 40% de la producción mundial de piel de visón, haciendo que el país sea el primer exportador mundial, que en su mayoría es vendida a China y Hong Kong.
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