Un sorprendente hecho se registró en Australia en donde las autoridades tuvieron que evacuar a cientos de presos de una cárcel de Nueva Gales del Sur, debido a los graves daños que ha causado una plaga de ratones en las instalaciones.
De acuerdo con los funcionarios, estos ratones royeron los paneles del techo y cientos de metros de cableado del centro penitenciario de Wellington, situado en una zona rural.
“La salud, la seguridad y el bienestar del personal y de los reclusos son nuestra prioridad número uno, por eso es importante actuar cuanto antes para realizar las obras de reparación”, señaló Peter Severin, comisario encargado del servicio correccional de Nueva Gales del Sur.
En ese sentido, unos 420 presos y 200 miembros del personal carcelario tuvieron que ser trasladados a otras instalaciones mientras se realizan las obras de reparación y se controla esta plaga de ratones.
“Queremos hacer estas obras de una sola vez (…) para dejar de ser víctimas de este flagelo”, explicó Kevin Corcoran, subcomisario de la administración penitenciaria.
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Desde hace meses el este de Australia enfrenta una grave invasión de ratones que causan destrozos en las viviendas y devoran cientos de hectáreas de cultivos.
Las autoridades explicaron que este tipo de plagas ya se habían registrado anteriormente en el país pero la que están sufriendo es una de las más fuertes de las últimas décadas debido a que ha coincidido con la peor sequía jamás registrada en Australia.
Los roedores empezaron a salir en octubre de 2020 luego de que los agricultores enfrentaran varios años de sequias y devastadores meses con fuertes incendios y posteriores inundaciones.
En ese sentido, millones de ratones vagan libremente por las calles, cultivos y son encontrados dentro de las viviendas atemorizando a las personas.
De acuerdo con las versiones, durante la noche los pisos de los cobertizos desaparecen debajo de alfombras de ratones que corretean; mientras los techos cobran vida con el sonido de arañazos.
“Ahora estamos en un punto crítico en el que, si no reducimos significativamente el número de ratones que ya tienen proporciones de plaga para la primavera, enfrentaremos una crisis económica y social absoluta en el área rural y en las regiones de Nueva Gales del Sur”, indicó Adam Marshall, ministro de Agricultura.
Ante este escenario, las autoridades han recurrido a venenos pero los ambientalistas temen que este tipo de productos no sólo matará a los ratones, sino también a los animales que se alimentan de ellos, incluyendo a las águilas audaces y a las mascotas de las familias.
Otra de las preocupaciones de las autoridades también está reflejada en la posible aparición de enfermedades en la población debido a la infestación de roedores que enfrenta el país, por lo que se está evaluando este tema con un grave problema de salud pública.
De esta forma, como si se tratara de una profecía bíblica, esta plaga de ratones se encamina a ser la mayor de la historia y ha empezado a generar afectaciones mentales a las personas.
Es tan grande la infestación de estos animales que las trampas no dan abasto y las personas no solo tienen que recolectar miles de ratones muertos sino aguantar los malos olores que generan estos roedores con sus heces y orina.
Asimismo, la situación ha llegado a tal nivel que los presos de esta cárcel tuvieron que ser evacuados debido a los destrozos que los roedores han dejado en las instalaciones.
Finalmente, los expertos y autoridades esperan que la llegada del invierno pueda apaciguar un poco la incidencia de estos ratones, los cuales se están reproduciendo a niveles alarmantes y han encontrado una gran disponibilidad de alimentos fomentando su propagación.
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