Las autoridades del archipiélago de Svalbard, en Noruega informaron que un oso polar mató recientemente a un hombre en la zona, convirtiéndose en el sexto ataque mortal de este tipo en los últimos 50 años en el Ártico.
Este hecho se registró durante la noche en un camping cerca de Longyearbyen, la ciudad más importante de la región y que se encuentra ubicada a unos 1.300 kilómetros del polo norte.
De acuerdo con las versiones, el hombre, que no ha sido identificado, quedó gravemente herido y murió poco después por lo que se vienen adelantando las investigaciones respectivas para esclarecer este hecho.
“Ninguna otra persona fue herida físicamente por el oso polar, pero seis personas que estaban en el sitio han sido llevadas al hospital en Longyearbyen y son atendidas por el personal de salud y el equipo local de crisis”, indicó la gobernación de Svalbard.
Precisamente, otras personas que estaban en la zona le dispararon al oso, el cual fue encontrado muerto en el parking del aeropuerto local.
Las autoridades explicaron que en el archipiélago hay unos 1.000 osos polares, especie protegida desde 1973, según un recuento realizado en 2015.
Los informes revelan que desde 1971 han muerto cinco personas en ataques de osos, la última se había presentado en 2011 cuando un oso atacó a un grupo de 14 personas que acampaban en el marco de un viaje organizado por la Sociedad de Escuelas Británicas de Exploración.
Durante este hecho, un británico de 17 años murió y cuatro miembros de la expedición resultaron heridos antes de que el animal fuera abatido.
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Los científicos han explicado que el cambio climático y el deshielo está afectando el terreno en donde los osos polares cazan, lo cual los ha llevado a acercarse a lugares poblados en busca de comida.
Además, los casos de osos polares que se matan y se comen entre sí están aumentando en el Ártico con el derretimiento del hielo y la actividad humana que destruye su hábitat.
“El canibalismo entre los osos polares es un hecho establecido desde hace tiempo, pero estamos preocupados porque estos casos que solían producirse rara vez, ahora son bastante frecuentes”, dijo el experto de osos polares Ilya Mordvintsev.
Este comportamiento estaría provocando que no solo los osos se coman entre ellos sino que también recorran grandes distancias hasta las zonas pobladas en busca de alimento, por lo que los encuentros con personas pueden ser más frecuentes.
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