El bioparque Los Ocarros, ubicado a tres kilómetros de Villavicencio, en el departamento del Meta, Colombia, es la casa de anacondas; osos; pirañas; ocelotes; armadillos; águilas y cocodrilos, entre otros 660 animales de 150 especies propias de la región. Alberga 76 ejemplares de aves, 109 de mamíferos y 108 de reptiles. Es refugio también de más de 300 individuos de casi 40 especies de peces. Todos hoy en riesgo de quedarse sin hogar.
No es un zoológico. El bioparque Los Ocarros es un centro de recuperación, protección y educación de la gran riqueza animal de la Orinoquía colombiana. Sin embargo, debido a la crisis por el coronavirus, los más de 70 empleados hoy buscan un salvavidas para sobreaguar y seguir salvando la vida de estos animales.
Yummy, un oso hormiguero de unos cuatro meses, fue recogido en la carretera que conduce de Villavicencio a Puerto López. Estuvo refugiado en Los Ocarros, luego de que una tractomula lo atropellara mientras trataba de cruzar la vía.
Los profesionales del bioparque curaron sus heridas; lo alimentaron sin escatimar frente a la costosa dieta de termitas. En pocas palabras, se aseguraron de que pudiera volver a caminar antes de devolverlo a su hábitat.
A diario, casos como el de Yummy son atendidos en el bioparque Los Ocarros, un lugar fundado en 2002 que cuenta con 5.5 hectáreas, donde viven 660 animales.
Se financia con la taquilla de visitantes, con los cuales más de $150 millones mensuales son destinados al cuidado y alimentación de los animales. Sin embargo, tras la llegada del coronavirus, Los Ocarros tuvo que cerrar sus puertas desde el 24 de marzo, desde entonces, no ha habido ingresos que permitan ayudar a salvaguardar la vida de la fauna que vive en el lugar.
Antes del confinamiento por el coronavirus, los visitantes de Los Ocarros podían tomar recorridos especializados y recibir talleres, conferencias o seminarios en torno a la biodiversidad de la Orinoquía. Pero hoy, al igual que muchos lugares del mundo, el panorama es desolador. Con las puertas cerradas, no hay quien pueda asumir los costos de alimentación de los animales.
Por esta razón, el bioparque Los Ocarros ha hecho un llamado de SOS para que la gente pueda ayudarlos y ayudar a los 660 animales que actualmente viven y dependen de los cuidados del lugar. Por eso, empezaron una campaña para recaudar fondos, con el fin de poder seguir manteniendo el centenar de animales que habitan allí.
“Los 660 animales albergados, que tienen una segunda oportunidad aquí, por sus condiciones comportamentales o físicas que les impiden la libertad, necesitan de tu ayuda… Ellos no dan espera”, señala el comunicado publicado por el bioparque Los Ocarros.
El apoyo que hoy piden no es monetario, también puede ser en especie, a través de medicamentos veterinarios nuevos; o comida como frutas, verduras, tubérculos, pasto o concentrado.
Para los interesados en ayudar pueden llamar al número telefónico 3134226280. Asimismo, el bioparque ha dispuesto de una cuenta bancaria donde reciben donaciones.
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