El famoso árbol de Navidad de Centro Rockefeller acaparó anticipadamente las miradas de Nueva York luego de que los trabajadores que lo estaban instalando descubrieran que tenía una sorpresa escondida entre sus ramas: un pequeño búho.
La diminuta ave sorprendió a los empleados que avanzaban con el proceso de instalación de este árbol navideño insignia de la ciudad y se encontraron con el búho de unos 30 centímetros de alto.
El búho macho Aegolius acadicus fue apodado ‘Rockefeller’ y viajó más de 275 kilómetros al centro de Manhattan en un árbol de abeto noruego que fue cortado al noroeste del estado de New York.
La pequeña ave estaba deshidratada y hambrienta por lo que fue trasladada al Centro de Vida Silvestre Ravensbeard en el valle del Hudson, donde está siendo alimentada con ratones antes de que sea regresada a su hábitat natural.
“Sólo quiero estar segura de que esté bien alimentado antes de que se vaya. Estaba un poco delgado cuando llegó. Quizá no había comido en días. Así que sólo quiero estar segura que tenga su mejor peso y salud para poder liberarlo en su hábitat”, destacó en su momento Ellen Kalish, directora y fundadora del Ravensbeard.
De acuerdo con la experta, ‘Rockefeller’ es un búho adulto de la especie Saw-whet, que busca una nueva pareja cada año y es resiliente buscando nuevos lugares seguros.
En ese sentido, los veterinarios le han realizado todos los estudios médicos y se ha evidenciado que está en buenas condiciones de salud por lo que el pequeño búho será liberado en un área boscosa.
“¡El pequeño Rockefeller está muy bien! Sus rayos X no han mostrado problemas. Se quedará con nosotros unos días más mientras vigilamos su salud y le devolvemos a un peso adecuado. Luego solo queda esperar a que haga buen tiempo para el día de su liberación”, indicó el centro Ravensbeard.
Los representantes de Rockefeller Center le explicaron al diario New York Post que todos los años inspeccionan cada rama del gran árbol individualmente antes de envolverlo y trasladarlo a la Gran Manzana, pero muchas veces hay pájaros que “acaban haciendo el viaje” hasta Nueva York.
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De momento, “Rockefeller” está causando más sensación que el árbol de Navidad de 22 metros de altura, que se ha llevado decenas de comentarios burlones en las redes sociales por su follaje irregular, con bromas al estilo de que se ha “cortado el pelo él mismo” y que representa perfectamente un abrupto 2020 marcado por la pandemia y las elecciones.
“Wow, todos deben lucir muy bien después de un viaje de dos días, ¿verdad? Esperen a que me pongan las luces. ¡Los veo el 2 de diciembre!”, indicaron en nombre del árbol los representantes de Rockefeller Center en Instagram.
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