Millones de perros en el mundo tienen que esperar durante varios meses o años una oportunidad para ser adoptados en los refugios y poder vivir con una nueva familia.
De esta forma, algunos caninos pasan gran parte de su vida en estos lugares porque nunca son adoptados y es por eso que en estos refugios han surgido varias historias conmovedoras sobre los complejos momentos que viven estos animalitos.
Un perro beagle se ha convertido en un gran ejemplo del amor y afecto que pueden brindar estos animales a pesar de enfrentar difíciles situaciones.
Gregory fue recogido como un perro callejero por el Hound Rescue and Sanctuary en Ohio (EE.UU.), pero había sido puesto en la lista de eutanasia debido a que tras unos exámenes los veterinarios le detectaron una enfermedad mortal en su corazón, y por eso tenía muy pocas expectativas de vida y de ser adoptado.
A pesar del lamentable final que tendría este perro de dos años, Joe Kirk llegó a este refugio que fundó con su esposa Schenley Hutson y se enteró de la historia de Gregory y decidió darle una nueva oportunidad de vida.
Este hombre se llevó a Gregory sin pensar que el pequeño animal iba a darle una muestra de agradecimiento inolvidable al abrazarlo amorosamente en el vehículo mientras viajaban a casa.
“Gregory es un beagle agradecido. Sabe que se siente seguro. Tiene parásitos en el corazón, y le vamos a dar un tratamiento, pero sabe que está en buenas manos. Se pondrá bien, recibirá todo el cariño que merece y un buen futuro”, escribió Schenley en su cuenta de Facebook
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Lo curioso de esto es que Joe lo recogió dos días antes de que el perro beagle estaba progamado para aplicarle la inyección letal y por eso la particular historia se volvió viral, hasta el punto de que llegaron algunas ofertas de adopción.
Sin embargo, la familia Kirk decidió costear los veterinarios para hacerle un tratamiento contra el gusano de corazón que padecía este perro, una grave enfermedad cardíaca producida por un parásito sanguíneo que es potencialmente mortal cuando se descubre en estados avanzados.
De esta forma, Gregory respondió muy bien al tratamiento y Joe confesó que desde que lo vio sintió una gran conexión con el beagle sin pensar que su historia se volvería viral.
“Por eso hacemos lo que hacemos. Eso es lo que hace que valga la pena, saber que podemos salvar las vidas de estos perros necesitados”, indicó Schenley.
Gregory fue adoptado por una familia que le brinda todo el amor y cariño luego que terminara satisfactoriamente su tratamiento para su grave enfermedad que lo tuvo a punto de morir.
Finalmente, esta historia tuvo un final feliz y ha servido para reflexionar la importancia de destinar recursos y fomentar la adopción de perros ya que cada año millones de animales tienen que recibir una inyección letal por enfermedades, comportamiento agresivo o simplemente por que existe una sobrepoblación en donde pierden la vida los que tienen menos posibilidades de ser adoptados.
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