En medio de un ataque masivo, habitantes del municipio de Timucuy, en el estado de Yucatán, México, agredieron con piedras a una lechuza de campanario (Tyto alba), debido a la creencia de que el ave anuncia la muerte. Al día siguiente, le rociaron agua bendita como mecanismo de “protección”.
El pasado 13 de mayo, la organización defensora de derechos animales, Proyecto Santa María, denunció que los habitantes de la hacienda Subincancab, en el municipio de Timucuy, agredieron con piedras a una lechuza. Posteriormente, el 14 de mayo, los ciudadanos hallaron el lugar donde cayó el ave y la mojaron con agua bendita. Todo con el argumento de que es un “ave de mal agüero”.
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“Siguen los ataques a búhos y lechuzas en Yucatán. ¡No las lastimes ! Son solo leyendas. Ellas solo cazan de noche y controlan plagas que afectan tu casa y cultivos. Afortunadamente, jóvenes de la misma comunidad, con más apertura y con una cultura en favor de la conservación, deciden no continuar. Fueron ellos quienes la rescataron y pidieron ayuda a PSM, la cual dio previo aviso a las autoridades ambientales por tratarse de un ejemplar de vida silvestre”, indicó la organización.
Debido a la cantidad de piedras que le arrojaron a la lechuza de campanario, esta registra varias fracturas que requieren cirugía, clavos y una prótesis de pico. Además de radiografías, alimento y otros insumos para garantizar su recuperación.
No obstante, la organización Proyecto Santa María ha señalado que no cuenta con los recursos suficientes para salvar a la lechuza de campanario, por lo que han solicitado donaciones de la comunidad.
“Los tratamientos que requiere son sumamente costosos. Por eso nos vemos en la necesidad de convocar a nuestros amigos y seguidores que creen en el trabajo que realiza Proyecto Santa María, a qué nos apoyen a salvar a este ejemplar. Nuestros recursos están agotados, las actividades de rescate y protección a la fauna se ven limitadas. Sin embargo, seguiremos adelante y nos será más fácil con su apoyo”, publicaron en su cuenta de Facebook.
Mientras llegan las ayudas para esta lechuza de campanario, la organización ha hecho un llamado a la ciudadanía para evitar que este tipo de ataques a la fauna se sigan presentando. “Son aves como cualquier otra. Tienen la mala fortuna que por sus hábitos nocturnos son protagonistas de infinidad de mitos y leyendas. Estas les traen como consecuencia un persecución que muchas veces acaba son su vida”, concluyeron.
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