Las mascarillas desechables contra el coronavirus están poniendo en grave peligro a los animales

Las mascarillas desechables contra el coronavirus están poniendo en grave peligro a los animales. Foto: AFP / Pixabay

Las mascarillas quirúrgicas se han convertido en un elemento fundamental de protección para salvar vidas durante la pandemia de coronavirus, pero también un peligro mortal para los animales que pueden quedar atrapados o asfixiarse con los tapabocas abandonados en la naturaleza.

Varias organizaciones han denunciado que la mala disposición de estas mascarillas ha provocado que miles de estos elementos estén terminando en aceras, ríos y playas en todos los continentes, desde que su uso se ha vuelto obligatorio en los espacios públicos de muchos países para frenar la propagación del coronavirus.

Las mascarillas, fabricadas con poliéster y polipropileno, pueden tardar cientos de años en descomponerse y por eso tras un año de pandemia ha generado preocupación la acumulación de estos elementos en el medio ambiente.

“Las mascarillas no desaparecerán pronto, y cuando las tiramos, pueden amenazar el medio ambiente y los animales que comparten nuestro planeta”, manifestó Ashley Fruno, de la asociación de defensa de los animales PETA en Asia.

De acuerdo con el experto, se ha visto a macacos masticando los elásticos de mascarillas usadas en las colinas que rodean la capital de Malasia, Kuala Lumpur, lo cual les podría provocar asfixia.

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En Inglaterra, la organización de protección de los pájaros RSPCA rescató a una gaviota cuyas patas quedaron encadenadas en una mascarilla durante casi una semana en Chemsford.

La asociación fue alertada por un transeúnte que la encontró viva pero inmóvil y la trasladó a una clínica veterinaria luego de que llevara varios días en esa condición.

“Las correas elásticas se habían apretado alrededor de sus patas y sus articulaciones estaban hinchadas y doloridas”, afirmó Adam Jones, inspector del RSCPA.

Los grupos ecologistas han encendido las alarmas no solo por las mascarillas sino porque también se ha presentando un aumento en el uso de guantes de látex y otros equipos de protección que están terminando los en ríos y mares.

La organización medioambiental OceansAsia ha estimado que más de 1.500 millones de mascarillas acabaron en los océanos el año pasado, es decir 6.200 toneladas de desechos plásticos adicionales que amenazan la vida marina.

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En Brasil, una asociación de protección del medio ambiente encontró mascarillas en el estómago de un pingüino cuyo cuerpo fue arrastrado a una playa. Y se encontró un pez globo atrapado en una mascarilla en las costas de Miami.

La asociación francesa Operación Mar Limpio encontró un cangrejo muerto, atrapado en una mascarilla en la laguna de Berre, cerca de Marsella, en septiembre.

“Las mascarillas y los guantes de plástico son muy problemáticos para las criaturas marinas. Cuando estos plásticos se descomponen en la naturaleza, se convierten en partículas cada vez más pequeñas”, manifestó George Leonard, director científico de la ONG estadounidense Ocean Conservancy.

De acuerdo con los expertos estas partículas plásticas con las que se elaboran estos productos pueden entrar en la cadena alimentaria de los animales y de muchas poblaciones, teniendo un grave impacto en los ecosistemas, añade.

En ese sentido, varias organizaciones han pedido a los gobiernos del mundo que aumenten las multas contra quienes arrojen basura a la naturaleza y fomenten el uso de mascarillas reutilizables ya que a pesar de las lecciones que nos ha dado la naturaleza con la aparición del COVID-19, las estrategias y medidas para enfrentar la pandemia están provocando un daño en el medio ambiente por la mala disposición de residuos.