Las historias de perros callejeros rescatados no dejan de conmover en las redes por su gran capacidad de resistencia ante las adversidades y por la sorprendente recuperación que pueden tener estos animales que han tenido que enfrentar duras condiciones de vida.
Un fiel reflejo de este escenario es la historia de ‘Grinch’, un perro callejero que se veía como una piedra luego de que perdiera casi por completo su pelo y su piel quedara expuesta al sol, al agua y al viento.
La historia la reveló la organización Rescue Dogs Rock NYC al explicar que ‘Grinch’ llegó al refugio a finales de 2020 en unas condiciones de salud completamente deplorables.
El perro había perdido todo su pelaje y su piel había tomado un tono gris luego de que se cubriera de costras en gran parte de su cuerpo, lo cual lo hacía lucir ese aspecto de “piedra”.
“Este pobre perro ha sufrido un terrible descuido y abuso durante mucho tiempo. Finalmente, ‘Grinch’ está a salvo y con la atención de nuestro equipo médico pero necesitará semanas de recuperación antes de que esté sano; ya que está sin pelo, demacrado, débil y muy deprimido”, informaba la organización luego de recogerlo.
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El voluntario de Rescue Dogs Rock NYC, Randie Semel, le reveló recientemente al portal The Dodo que las condiciones eran tan lamentables que a simple vista no se podría definir qué raza de perro era y lo único que se podía evidenciar es que estuvo sufriendo bastante tiempo ya que parecía más “una estatua que una criatura viviente”.
“Se veía tan triste y estaba en una condición tan deplorable que obviamente nos levantamos y acordamos ayudarlo.”, aseguró Semel.
En ese sentido, la organización decidió acogerlo en el refugio para que fuera revisado por un equipo veterinario, por lo que se inició un tratamiento para sus problemas de piel y desnutrición.
Con el paso de las semanas, este perro callejero fue respondiendo satisfactoriamente a los tratamientos y fue recuperando su pelaje por lo que se pudo determinar que era un cruce entre pastor alemán y pastor belga.
Además, se pudo evidenciar que es un perro amoroso y protector con su comportamiento y, al parecer, había recibido un entrenamiento durante sus primeros años de vida.
‘Grinch’ inició un proceso de adaptación en un hogar de acogida en donde fue recuperando la confianza perdida con las personas y empezó a socializar con otros perros mostrando que era una mascota muy sociable.
En ese sentido, su recuperación fue tan sorprendente que fue dado en adopción y rápidamente una familia decidió darle una segunda oportunidad de vivir en el calor de un nuevo hogar.
“La familia que lo acogió está absolutamente enamorada de él. Es un perro muy dulce. Ama a todas las personas”, indicó Semel.
Finalmente, ‘Grinch’ ha demostrado que todos los perros callejeros merecen una segunda oportunidad para superar las duras condiciones de vida que han tenido que enfrentar, ya que ellos están dispuestos a brindarle amor a cualquier familia que decida acogerlos.
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