Un familia en Tailandia vivió una aterradora experiencia luego de que un elefante salvaje rompiera la pared de una cocina y robara una bolsa de arroz de la vivienda.
En las imágenes difundidas se puede ver cómo el elefante Plai Bunchuay olfateó la comida y rompió la estructura de concreto de esta vivienda ubicada en la localidad de Hua Hin, en el sur de Tailandia.
La residente Rachadawan Phungprasopporn y su esposo se despertaron sobre las 2:00 de la madrugada por el ruido y se apresuraron a la cocina para ver qué había sucedido.
De esta forma, quedaron sorprendidos al ver los enormes colmillos buscando en el armario para luego agarrar una bolsa de plástico de arroz que tomó con su trompa y se la llevó directamente a su boca.
Se sorprendieron al ver el jumbo con sus enormes colmillos de marfil hurgando en el armario. Incluso agarró una bolsa de plástico de arroz que se metió en la boca.
“Este elefante es muy conocido en el área porque causa muchas travesuras. Llegó a la casa hace unos dos meses y estaba mirando a su alrededor, pero no dañó nada en ese momento. Hablamos con los oficiales de vida silvestre locales y nos dijeron que no dejáramos comida en la cocina porque el olor atrae a los elefantes”, indicó Rachadawan.
De acuerdo con la mujer, su esposo logró ahuyentar al elefante salvaje que luego desapareció en el bosque cercano a su vivienda.
Sin embargo, ahora tendrán que conseguir dinero para reparar los destrozos que dejó en su vivienda pero reconoció que fue divertido ver al elefante tan cerca pero también les preocupa que pueda regresar.
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Las autoridades estiman que Tailandia tiene unos 2.000 elefantes asiáticos que viven en estado salvaje, pero a menudo hay conflictos cuando entran en contacto con humanos en las carreteras y en las aldeas.
El personal del Parque Nacional del país, el área extensa de bosque protegido donde viven los elefantes salvajes, cree que los animales han cambiado su comportamiento en respuesta a la comida disponible de los humanos.
“La explicación más probable de esta situación es que el elefante olió la comida y quiso comerla. No es porque el elefante tuviera mucha hambre, ya que la comida en la jungla se ha mantenido igual, pero a veces los elefantes individuales experimentan un cambio en su comportamiento y carácter”, indicó Supanya Chengsutha, oficial de conservación.
De acuerdo con el funcionario, los hábitos alimenticios de los elefantes también han cambiado ahora que están más en contacto con los humanos y esto ha influido en que les haya empezado a gustar más la comida que consume regularmente las personas.
“También podría ser que los cazadores y las trampas en la jungla hayan interrumpido al elefante y este se haya movido fuera del bosque profundo más hacia asentamientos”, concluyó el experto.
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