Las autoridades de Indonesia rescataron más de 60 loros que fueron encerrados en botellas de plástico por traficantes de animales en un acto cruel que utilizan estas redes para comercializar estas aves exóticas.
Los loros atrapados dentro de las botellas de plástico fueron descubiertos en un barco en la región de Papúa por parte de los tripulantes de la embarcación.
De acuerdo con las versiones, los tripulantes escucharon ruidos extraños en un caja y al abrirla encontraron a más de 64 loros vivos y otros 10 ejemplares muertos encerrados en botellas de plástico que habían sido perforadas para que las aves respiraran.
“Los miembros de la tripulación nos dijeron que sospechaban que había animales dentro de la caja porque escuchaban ruidos extraños”, explicó Dodik Junaidi, portavoz de la policía de la ciudad de Fakfak.
Las autoridades descubrieron que a estos loros les amarraron las patas y los metieron a estas botellas para que quedarán inmóviles, en unas condiciones en donde se les dificultaba respirar.
Los expertos en fauna explicaron que se trataba de loros de la especie “lori tricolor o lori de capa negra”, el cual es un ave colorida, perteneciente a la familia de las cotorras, que es muy común en la isla de Nueva Guinea y en las islas circundantes.
Hasta el momento, las autoridades no han realizado ninguna captura y se encuentran investigando los hechos para determinar el destino que tendrían estos loros exóticos.
La ONG Traffic lamentó estos hechos y aseguró que las selvas de Indonesia albergan unas 130 especies de aves amenazadas, más que cualquier otro país del mundo excepto Brasil; por lo que el tráfico ilegal de animales es uno de los principales problemas que enfrentan estas aves.
La adquisición clandestina de aves en grandes mercados es común para los clientes indonesios, que las aprecian como animales de compañía y señal de riqueza, así como el contrabando hacia el extranjero.
Las autoridades explicaron que ciertas especies, como la cacatúa negra, pueden venderse hasta por 30.000 dólares en el mercado negro.
Precisamente, esta no es la primera vez en que se detectan este tipo de estrategias utilizadas por los traficantes de animales. En 2017, fueron encontradas unas 125 aves escondidas en tuberías durante una operación policial.
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