Al amanecer, Beka Garris, de 31, prepara a su bebé de dos años para buscar el alimento. En su espalda carga a la pequeña con la que recorre un bosque de Ohio en búsqueda de la mejor presa. Es una cazadora desde los 10 años, por lo que ciervos, conejos y pescados no se escapan de sus arcos. Al final, su objetivo es “normalizar” la práctica de cacería, con la que espera que la niña también crezca.
En medio de polémicas, Beka Garris, una joven madre estadounidense, ha publicado fotos en las que se la ve acompañada de su bebé de dos años durante sus cacerías. Las imágenes para algunos resultan abrumadoras cuando se evidencia que la niña cazadora, llamada Isabella, también agarra con sus manos a los conejos, peces o ciervos que logran atrapar.
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De acuerdo con entrevistas en medios locales, la cazadora Beka Garris defiende la práctica de cacería acompañada de su hija, pues el objetivo con esta costumbre es “normalizar” una actividad llevada a cabo por los antepasados. Según explicó Garris, llevarse a la bebé de caza transmitirá las tradiciones y una relación más estrecha con la naturaleza.
Start sticking ?I was here yesterday and didn't see a single fish…this morning there were dozens of carp rolling up to the banks! #TheSpawn #BowfishingLife #CajunBowfishing @cajunbowfishing
Posted by Beka Garris on Tuesday, June 2, 2020
“Exponer a un niño al aire libre y a la caza a una edad temprana solo le ayudará a crear un vínculo más fuerte con la naturaleza. Crecerá pensando que estas actividades son normales, como debería ser”, sostuvo Beka Garris en entrevistas con medios locales.
Para los ambientalistas, en cambio, las acciones de esta cazadora van en contra de la naturaleza.
“Sin duda, la niña crecerá en un entorno viciado y en un futuro será una cazadora que superará a su madre. Normalizar una práctica como la caza es irresponsable. Vemos cómo ocurren accidentes serios por la caza furtiva. A veces, acaban con la vida de especies que están en peligro, solo porque los animales no estaban en el lugar indicado y se convierten en el banquete de un desalmado”, señaló a medios el ambientalista Bryam Scott.
Posted by Beka Garris on Friday, January 17, 2020
Por su parte, Beka Garris ha salido en su defensa argumentando que la caza es más que pasar tiempo al aire libre. Para ella se trata de “un juego salvaje mucho mejor que la carne comprada en la tienda. Matar animales también puede ayudar a la conservación a través del control de la población”, sostuvo.
Beka Garris es hija de ávido cazador, quien le incentivó el gusto por la caza a su hija cuando apenas tenía diez años. Desde entonces, la cacería y la pesca se volvieron en su labor día tras días. Esto ha llevado a Garris a enseñar su bebé esta práctica y aprovechar la temporada para salir al bosque y atrapar los animales.
Posted by Beka Garris on Friday, January 17, 2020
La caza es un deporte controvertido, por lo que en redes sociales hay quienes apoyan a la cazadora, y otros que se han horrorizado por la decisión de Beka Garris de introducir a la niña Isabella a la caza a una edad tan temprana.
A pesar de que las imágenes muestran a la pequeña junto con algunos de los animales muertos, aún se desconoce si realmente la pequeña puede comprender lo que les sucedió.
“Es bueno saber de dónde viene tu comida y saber el tiempo y el esfuerzo que puse en la caza trae una cierta satisfacción. (…) Nos vestimos, pelamos y cortamos a nuestros animales. Guardaré el cráneo y algunos huesos para blanquear y crear obras de arte. Las plumas y la piel se guardan para crear un tapiz o ropa. La carne se limpia, se corta y luego se congela para futuras comidas. Mostrar los asesinatos es algo que no todos pueden entender, pero muestra respeto por el animal al permitirle recordarlo y apreciar su belleza”, publicó Beka Garris en su cuenta de Facebook.
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