Un estudio de la Universidad de Oporto, en Portugal, determinó que los perros que son maltratados o sometidos a regímenes de educación con castigo tienen un peor desempeño y un alza en los niveles de estrés que perros educados bajo paradigmas más amables, por lo que deberías pensarlo muy bien antes de gritarle a tu perro.
El experimento probó que métodos de “castigo positivo” o “reforzamiento negativo” causaban además que los animales fueran más pesimistas o que les faltara confianza para hacer las tareas asignadas.
El castigo positivo simplemente significa aplicar una acción para que el perro deje de tener cierto comportamiento, como golpes, gritos y otros maltratos.
Mientras que el reforzamiento negativo significa dejar de hacerle algo cuando aprende el comportamiento adecuado, como es el caso de los collares que dan choques eléctricos al ladrar o funcionan a través de un control remoto.
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Piden que se prohíban los collares
Estas técnicas son consideradas inhumanas o abusivas y duplican el riesgo de agresiones hacia otras personas o perros de acuerdo a la Sociedad Europea de Etología Clínica Veterinaria, que pidió a través de un documento respaldado con un estudio que el uso de los collares eléctricos sea prohibido de forma legal.
Entre las consecuencias que citan se encuentran miedo excesivo, salivación y agresividad. De igual manera, aseguran que ni estos collares ni las cercas eléctricas han probado tener un efecto positivo en los perros. En el caso de las cercas eléctricas, aseguraron que más perros se escapan de casas que tienen estos dispositivos que de las casas con cercas normales.
Por esta razón, practica el reforzamiento positivo, prémialo por sus conductas y contacta a especialistas en educación canina. Gritarle a tu perro o maltratarlo no es una buena opción.
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