El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) denunció que 12,3 millones de cepos ilegales instalados en bosques protegidos de Camboya, Laos y Vietnam amenazan a decenas de especies de fauna salvaje en el sudeste de Asia.
Así lo reveló la organización a través del informe “El silencio de los cepos: Una crisis en el Sudeste Asiático” en donde se reseña que este tipo de trampas están dirigidas para cazar animales salvajes como el jabalí, las civetas o los pangolines; los cuales son portadores de virus zoonóticos como el coronavirus que originó el COVID-19.
“Hiriendo y matando indiscriminadamente; los cepos están acabando con la fauna salvaje de la región, desde tigres y elefantes a pangolines y civetas, vaciando los bosques”, indicó Stuart Chapman, responsable de la Iniciativa para Tigres Vivos de WWF.
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En ese sentido, el experto hizo un llamado a los gobiernos de los países de la región para que tomen medidas urgentes frente a estas trampas; ya que las especies que lleguen a caer en uno de estos cepos no tienen posibilidades de sobrevivir.
“Los cepos son además la principal amenaza de los tigres de la región y uno de los mayores motivos del hecho de que se consideren extintos en Camboya, Laos y Vietnam”, indicó.
Un atentado a la fauna
WWF afirmó que estas trampas ponen en peligro a más de 700 mamíferos en la región, con muchos animales agonizando durante días o semanas antes de morir por la gravedad de las heridas.
Además de las acciones contra los cepos, los ecologistas pidieron a las autoridades que impidan el transporte, venta y consumo de animales salvajes que pueden ser portadores de virus zoonóticos.
“Las presas atrapadas por las trampas de lazo van directo al mercado negro, donde son usadas como ingredientes para la medicina tradicional, ornamentar hogares o alimentar el insaciable apetito de las clases pudientes por los platos de carnes exóticas”, señaló WWF.
De acuerdo con la organización; otro de los factores que han influido para que las especies se vean tan amenazadas han sido los crecientes niveles de deforestación en una de las regiones con mayor diversidad de fauna del mundo.
Finalmente, los expertos reconocieron que localizar las trampas entre la espesa vegetación y la facilidad de reemplazarlas por parte de los furtivos son algunos de los impedimentos a los que se enfrentan los guardabosques.
Sin embargo, aseguraron que se requiere emprender un programa preventivo y de eliminación de estas trampas para evitar que miles de especies mueran por cuenta de los intereses económicos.
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