Teñidas de negro. Así lucen las aguas de la Isla Mauricio, situada en el Océano Índico, al este de Madagascar, África, tras el derrame de 3.800 toneladas de petróleo y 200 de diésel, provenientes de un barco encallado desde el pasado 25 de julio. Se trata de una de las crisis ecológicas más terribles ocurridas en la historia de Mauricio. El gobierno ha declarado emergencia ambiental.
Desde el pasado 7 de agosto, el Gobierno de la República de Mauricio, un archipiélago africano situado en el Océano Índico, declaró el estado de emergencia medioambiental por el vertimiento y derrame de petróleo y diésel procedente del barco llamado MV Wakashio, el cual iba cargado con 4.000 toneladas de combustible.
La embarcación encalló en el sureste de la isla Mauricio desde el 25 de junio, pero debido a las fugas presentadas ha derramado más de 3.800 toneladas de petróleo y 200 de diésel, que hoy amenazan, no solo a su biodiversidad, sino a la economía del sector que depende del turismo, debido a que la “marea negra” ya se extiende sobre las cristalinas aguas de Mauricio, en dirección a las playas.
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El primer ministro mauriciano, Pravind Jugnauth, solicitó ayuda al Gobierno francés, el país más cercano a la isla Mauricio, debido a que no cuentan con los recursos para atender el derrame de petróleo.
“El Wakashio representa un peligro para Mauricio. Nuestro país no tiene ni la experiencia ni los recursos necesarios para desencallar barcos varados”, publicó en su cuenta de Twitter el primer ministro Jugnauth.
Como respuesta, el presidente francés, Emmanuel Macron, informó el 8 de agosto, a través de Twitter, la ayuda que brindaría a la isla africana, con el envío de equipos y material.
“Cuando la biodiversidad está en peligro es urgente reaccionar. Francia está ahí, junto al pueblo de Mauricio. Ahora estamos desplegando equipos de la isla Reunión”, dijo Macron a través de Twitter.
Las autoridades del país africano confirmaron que un avión táctico de transporte del Ejército francés, procedente de la isla de Reunión, arribó a Mauricio con material para combatir la contaminación, como barreras marinas para la contención del derrame de petróleo y diésel.
El barco MV Wakashio es de propiedad japonesa pero navega bajo bandera panameña. Quedó encallado el 25 de julio al sueste de las isla, frente a la zona conocida como Pointe d’Esny, cuando se dirigía desde China hacia Brasil cargado con 4.000 toneladas de combustible, unas 3.800 de petróleo y 200 de diésel.
Los 20 tripulantes fueron evacuados. Sin embargo, el desastre ambiental provocado en el océano índico no ha podido contenerse, debido a que las operaciones de extracción de petróleo y diésel en la Isla Mauricio con un helicóptero, y la colocación de una red de contención por parte de la naviera Mitsui OSK Lines, propietaria del barco, se han visto frustradas por el mal tiempo.
Luego de quedar encallado el barco MV Wakashio, el Gobierno de Mauricio confirmó que la nave tenía fugas y que se estaba produciendo un derrame de petróleo y diésel en las aguas de la isla, con grave riesgo para sus arrecifes, playas y albuferas.
Por su parte, la organización de protección ambiental Greenpeace ha señalado que el derrame en la Isla de Mauricio es una de las “crisis ecológicas más terribles” vistas en la historia de la isla.
“Miles de especies en las prístinas albuferas de Blue Bay, Pointe d’Esny y Mahebourg están en riesgo de ahogarse en un mar de polución, con nefastas consecuencias para la economía, la seguridad alimentaria y la salud de Mauricio”, señaló Happy Khambule, director de campañas de Energía y Clima de Greenpeace África, en un comunicado de la organización tras confirmarse el vertido.
El Wakashio permanece varado, mientras los equipos de ayuda como autoridades y sociedad civil intentan controlar la emergencia ambiental. No obstante, las corrientes y los vientos expandieron hoy el derrame de petróleo en la isla de Mauricio.
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