Hacer cebollas en vinagre o encurtidas es una sabia manera de adelantar tus comidas.
Con esta receta ahorras tiempo, y además, al tener listas las cebollas en vinagre terminas más rápido las recetas saladas.
Las cebollas en vinagre combinan con varias opciones. Por ejemplo: en ensaladas, en comidas a base de pescado, en antipasto, entre otras.
En conclusión, es una buena decisión aprender a usar lo que tenemos en el refrigerador para alimentarnos mejor.
Recuerda que hay vida más allá de la pasta y el arroz… ¡usa lo que tienes a tu favor! Lauren Arboleda, MasterChef Latino 2019, nos da la mejor receta.
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Usos de las cebollas en vinagre
Hacer cebollas en vinagre o encurtidas te abre un mundo de posibilidades. Puedes usar esta opción de aperitivo en tapa, o darle forma en una receta de sándwich.
De igual modo, las cebollas en vinagre combinan muy bien en estofados, o se disfrutan solas sin acompañantes con una bebida de licor en mano.
También tienen el talento de fusionarse con pocas o muchas verduras al mismo tiempo. Aunque, en encurtidos con pepino, tomate y rábano, su sabor se incrementa a pasos agigantados.
Por si fuera poco, las cebollas en vinagre ayudan a completar una diversidad de platos con mariscos y carnes que necesitan un toque de acidez.
Sin contar que consiguen un gusto increíble cuando están acompañadas de salsas, y son la alternativa perfecta para las comidas de la cena bajas en grasas.
Prepáralas con distintos tipos de cebolla
Cuando te animes a preparar esta receta toma en cuenta que puedes hacerlo con cebollas de diferentes clases y tamaños.
La verdad, no hay un manual o instrucciones tan precisas para esta opción. Sin embargo, es recomendable que realices cortes finos y delgados para que las cebollas en vinagre sean más fáciles de digerir.
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Cebollas en vinagre
Ingredients
- 1/2 taza de agua filtrada hasta tapar frasco
- 1 1/2 taza vinagre sidra de manzana o el que tengas en uso
- 2 tazas de cebollas rojas o blancas
- 2 cucharadas de miel
- 1 cucharadita de sal
Instructions
Corta las cebollas en rodajas finas.
En un bowl combínalas con vinagre, miel y sal.
Revuelve un poco y colócalas en un frasco.
Vierte agua filtrada hasta el tope, y llévalo al refrigerador para encurtir por varias horas.
