Al momento de hornear un bizcocho todos buscamos que quede súper esponjo y delicioso. Para lograrlo necesitamos evitar ciertos errores que pueden ser muy comunes, ya sea por falta de práctica, calidad o el estado de los ingredientes.
La repostería puede ser mucho más sencilla de lo que pensamos si aplicamos los trucos correctos durante su preparación.
Errores al hornear bizcochos cuando quedan resecos
La sequedad de un bizcocho puede deberse a los ingredientes o al horno. Es importante utilizar la cantidad suficiente de ingredientes húmedos, como el caso de los huevos que necesita la receta. De igual manera, no te excedas en ingredientes que absorben la humedad, como la harina. Asegúrate además de tener una alarma para no dejarlo hornear más del tiempo necesario.
Te recomendamos: Receta de brownie: aplica estos siete consejos y quedarán húmedos
¿Por qué queda crudo un bizcocho?
Si el bizcocho queda crudo en el centro, aunque lo horneaste el tiempo que indicaba la receta, probablemente se deba a que el horno estaba muy frío. Es importante dejar precalentar el horno por unos minutos a la temperatura indicaba por el recetario, para evitar este tipo de problemas. Si te pasa esto déjalo cocinar unos minutos más para que el centro quede al punto ideal.
Se parte la mezcla
Un bizchoco esponjoso no se logra con una mezcla partida. Esto pasa cuando la mantequilla y el azúcar han sido batidos por mucho tiempo y la mezcla comienza a parecer que se cae en pedazos. Si esto ocurre, lo mejor es dejar de batir y añadir los ingredientes secos.
Queda muy pesado
Si el bizcocho lejos de estar esponjoso queda denso o pesado, aunque cocido por dentro, se puede deber a que no batiste suficiente los ingredientes. Es importante batir el tiempo necesario pero sin exagerar para que no se parta la mezcla como ya mencionamos. Otro motivo también se relaciona a no utilizar suficientes agentes que levanten la mezcla.
Se pega en el molde
Antes de sacarlo del molde deja que se enfríe por media hora. Así evitas que se parta al intentar sacarlo. Con la ayuda de un cuchillo afloja un poco la orilla y da vueltas colocando una rejilla para que caiga el bizcocho.
Quedan bordes crujientes y grasos
Los bordes crujientes o grasientos son errores que ocurren al hornear un bizcocho cuando se ha untado demasiada mantequilla en los alrededores del molde para evitar que se pegue. Esto solo ocasiona un efecto donde el bizcocho se fríe cuando la mantequilla se derrite, causando una textura más crujiente y grasienta en los bordes.
Es tendencia: Torta de chocolate: receta clásica, fácil y económica