El presidente mexicano, Andrés López Obrador, llegó a Washington este martes para reunirse con su homólogo estadounidense, Donald Trump. El encuentro está enmarcado en la entrada de vigor del nuevo acuerdo comercial entre Estados Unidos, México y Canadá, T-MEC. Sin embargo, varios analistas destacan que la visita del presidente mexicano tiene matices políticos.
El analista político Hernán Molina, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“Los beneficios son muy personales y no son realmente para el país, a menos que haya una discusión más de fondo con otros acuerdos más allá del comercial entre Estados Unidos, México y Canadá. Ambos presidentes están tratando de llevar la atención a otros temas que no sean el COVID-19. En ambos países la situación ha sido muy mal manejada y los dos mandatarios han tratado de minimizar el impacto del virus en la población, en la actividad comercial”, dijo el experto.
A falta de unos meses para que se realicen las elecciones presidenciales de Estados Unidos, todas las acciones de Donald Trump están enmarcadas en el plano de la campaña electoral.
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“Como a Trump le está yendo tan mal en con varios grupos y bloques de votantes, sobre todo con los latinos, el cálculo pudiera estar en que reunirse con López Obrador puede llegar a mandar un mensaje a la comunidad hispana que es altamente mexicana. Sin embargo, es muy limitado lo que puede llegar a sacar de una reunión con López Obrador”, indicó Molina.
El viaje de López Obrador a Washington no ha sido bien visto por la opinión pública mexicana. Ha tenido un amplio rechazo a lo interno del país y por parte de los mexicanos en Estados Unidos.
“Los mexicanos en los Estados Unidos, específicamente en la ciudad de Los Ángeles, se mostraron sorprendidos. También hay una sensación de fastidio. Saben que sus familiares están en México padeciendo el COVID-19, la crisis económica, la falta de cuidado en los hospitales y les llama la atención como en un momento tan crítico, el presidente se ausenta del país. La gente no entiende muy bien el propósito de esta visita en este momento. Además, que es un año de elecciones en Estados Unidos, donde Donald Trump puede manipular el encuentro”, dijo el analista.
“A pesar de haber tenido ese discurso tan fuerte contra Trump, ahora ambos se han tratado con prudencia. No se han criticado y la relación no ha sido tensa, aunque ambos presidentes pregonan el nacionalismo”, añadió Molina.
América Digital
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