Un grupo de científicos descubrió en unas cuevas submarinas en la península de Yucatán (Mexico) una de las minas de ocre más antiguas de América; las cuales fueron explotadas hace unos 12.000 años.
“Es uno de los grandes descubrimientos que se han venido dando en estas décadas. La posibilidad que abre la explotación de ocre en esas épocas tan tempranas es increíble”, explicó Roberto Junco, subdirector de arqueología subacuática del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México (INAH).
Los científicos pudieron encontrar estas minas subterráneas luego de que un grupo de buceadores del Centro Investigador del Sistema Acuífero de Quintana Roo (Cindaq) se sumergieran en tres sistemas de cuevas; que están a unos 10 kilómetros de las famosas playas del Caribe mexicano.
Ver más: Hallan la primera trampa artificial utilizada para cazar mamuts en México
Sin embargo, lo que llamó la atención de los científicos es la conexión de esta mina con los restos de Naia; el esqueleto más completo de una mujer adolescente hallado en Yucatán y que tiene una antigüedad de entre 12.000 y 13.000 años.
“La posibilidad que abre la explotación de ocre en esas épocas tan tempranas es increíble. Hay múltiples hipótesis pero me gusta pensar en Naia con la posibilidad de pintar en la pared de alguna cueva o Naia decorando su cara con símbolos de colores”, explicó Junco.
De acuerdo con los expertos, al menos nueve esqueletos humanos han sido encontrados en este sistema de cavernas de la península de Yucatán.
Sin embargo, los investigadores solo especulaban sobre las razones que llevaron a estos ancestros a este ambiente peligroso e inaccesible en estas cavernas.
El origen de las minas de ocre
Los investigadores plantean la hipótesis de que estas personas entraron buscando un refugio temporal, agua fresca o un espacio para enterrar a sus muertos; aunque ninguna contaba con evidencia arqueológica sólida.
Los expertos también explicaron que los ancestros utilizaban el ocre para pintar cuevas, decorar cuerpos y tratar pieles.
“Ahora podemos decir, y es lo importante de este descubrimiento, que por lo menos una de las razones es que estaban entrando a hacer esta explotación del ocre”, resaltó Junco.
Los estudios concluyen que los paleoindios o paleoamericanos valoraban bastante el pigmento mineral del ocre rojo; lo que los habría impulsado a explorar estos lugares para obtenerlo.
Ver más: Familia descubre unos huesos y colmillos de un mastodonte en México
La profesora de la Universidad de Misuri, Brandi MacDonald, explicó que este mineral ha fascinado desde hace miles de años a los humanos.
“El ocre de esas cuevas es de muy alta calidad y básicamente es pintura lista para ser usada. Otros depósitos no tienen esta calidad; ya que el de las cuevas de Yucatán, cuando se seca y calienta, se vuelve de un color rojo vibrante”, dijo MacDonald.
De acuerdo con los expertos, el hollín de las fogatas de los mineros pudo haber oscurecido los techos de las minas de ocre.
“Esta posibilidad de generar arte, simbolismo, abre una puerta muy interesante para el estudio de la prehistoria en México y las Américas. Estas minas son algo verdaderamente sensacional. Las más antiguas que se tienen conocimiento hasta ahora en las Américas”, añadió Junco.
Infórmate minuto a minuto sobre esta y otras noticias del mundo en nuestras redes sociales