El Nápoles es campeón, por sexta vez en su historia, del torneo copero 2019-2020 al derrotar en los penaltis a la Juventus.
El estadio Olímpico de Roma fue el escenario, sin aficionados, que contempló el triunfo de los “Azzurri” para conquistar la Copa Italia.
Fueron 90 minutos sin gritos de gol, varias veces ahogados por las paradas del experimentado Gianluigi Buffon, una de ellas a pocos segundos de cumplirse el final. Las oncenas definieron al Nápoles como campeón en la tanda de penales con marcador 4-2
Los cuatro penales anotados por Lorenzo Insigne, Matteo Politano, Nemanja Maksimovic y el Arkadiusz Milik; sumados los fallos de Paulo Dybala y Danilo Luiz Da Silva por parte de la Juventus, le entregaron al Nápoles su tercera Copa Italia en los últimos ocho años.
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El Nápoles, ahora seis veces campeón, se alarmó en el inicio del encuentro, luego de un derechazo de Cristiano Ronaldo. Sin embargo ese disparo del portugués fue el único peligro provocado en el partido por los “Bianconeri“.
La primera amenaza del Nápoles, en la final de la Copa Italia, la originó con un intento de Insigne en el 23′. El italiano con una falta directa desde los 25 metros movió los soportes de la meta de Buffon. El guardameta, titular con 42 años de edad, mostró sus habilidades con otro disparo de Insigne y otro de Mertens antes del descanso.
Luego en la segunda parte volvió a intervenir al detener un cabezazo de Nemanja Maksimovic. Y en el minuto 93 retrasó el triunfo del Nápoles al atajar un disparo bajo de del macedonio Eljf Elmas.
Para Gattuso, quien llegó al banquillo “Azzurri” en diciembre al reemplazar a Carlo Ancelotti, es el primer título importante como entrenador. Como jugador lo consiguió con el Milan en 2003.
Y para el Nápoles es la primera desde hace seis años cuando la alzó la al vencer a la Fiorentina, bajo las directrices de Rafael Benítez.
Cristiano aún sin poder añadir la Coppa Italia a su palmarés
En la temporada pasada “La Vecchia Signora” quedó eliminada en los cuartos de final ante el Atalanta. En esta oportunidad Cristiano y la Juventus avanzaron hasta el juego decisivo, pero culminaron sin la copa en sus vitrales.
