En su editorial del 17 de junio, César Miguel Rondón aborda el tema de la campaña electoral de las elecciones presidenciales de los Estados Unidos, que comenzará este fin de semana.
“Este sábado 20 de junio, el Presidente Donald Trump realizará su primer mitin de campaña en Tulsa, Oklahoma. A pesar del incremento de contagios y fallecidos, y las advertencias de los más altos funcionarios en salud del Estado, el presidente no sólo aspira reunir los cerca de 20 mil personas en el centro de convenciones, Oklahoma Center, sino otras 20 mil más en un lugar cercano”, expresa el presentador.
El periodista indica que con esta acción Trump no toma en cuenta los riesgos de salud para los seguidores y sus familias. El equipo de Trump está tomando medidas pero en otro sentido, garantizar que el Presidente y su equipo de campaña no tengan ningún riesgo ¿Cómo lo están logrando? Haciendo que todos los asistentes al mitin firmen una exención de responsabilidad. Esto eximiría legalmente a la campaña de culpa, en caso de que las personas se enfermen posteriormente o mueran a consecuencia de esta masiva reunión.
“La verdad es que una cosa es ser arrogante e imprudente cuando el único daño resultante es para uno mismo. Otra muy distinta es poner a otros en peligro”, expresa Rondón.
La elección de Tulsa como sede del primer mitin de campaña tiene su significado. Es una ciudad equivocada según algunos analistas por su larga historia de discriminación racial.
Rondón cita el artículo de Michele L. Norris colaboradora y consultora del Washington Post, titulado “La diábólica ironía de Trump en Tulsa”.
“Tulsa fue el sitio de uno de los actos más violentos de violencia racial en la historia de los Estados Unidos. En 1921, una furiosa mafia blanca atacó hogares y negocios en una próspera comunidad conocida como Black Wall Street, matando a unas 300 personas y dejando a miles de personas sin hogar”, expresa el artículo.
Rondón agrega que Tulsa es una ciudad con heridas abiertas y con una gran sensibilidad en la lucha racial.