En su editorial del 12 de junio, César Miguel Rondón aborda el tema de la situación de hambre que se vive en Venezuela y que podría convertirse en una hambruna, en un corto plazo.
El presentador cita un artículo de la periodista Adriana Núñez Rabascall, quien realizó el reportaje en la ciudad de San Cristóbal. “A las afueras de un matadero de la ciudad de san Cristóbal, una decena de personas espera para obtener entre 2 y 5 litros de sangre de res. En la fila está Luis Ovalles, quien en medio de la dificultades económicas ha recurrido a esta opción para alimentarse”, escribe la periodista.
“Somos de bajos recursos y no tenemos con qué comprar un kilo carne. Uno viene aquí a pedir la sangre para preparar el pichón y así uno aguanta. Algo es algo, aunque sea para el desayuno”, expresó Ovalles.
Posteriormente, Rondón explica que la sangre que descartan en los mataderos es regalada a quienes la piden para preparar el plato que llaman “pichón”, común en los andes venezolanos. Para prepararlo, la sangre se hierve en una olla con algunos vegetales, hasta obtener una textura similar a la de la carne molida.
“Esta es la alternativa ante la imposibilidad de pagar un kilo de carne o de pollo. Naciones Unidas ubicó a Venezuela este año como el cuarto país con mayor inseguridad alimentaria”, expresa Rabascall.
Ante esta información, Rondón hace la siguiente reflexión: “El país tiene que estar muy mal si tiene que acudir a este tipo de platos para poder medianamente alimentarse”.