Las cirugías de reasignación de género son cada vez más populares entre jóvenes que buscan sentirse a gusto entre su identidad y su cuerpo. Pero el caso de Ruth Rose ha causado asombro entre la comunidad científica y personas del común.

Nacida bajo el nombre de James Rose (en 1933), Ruth se convirtió en 2014 en la persona más vieja del mundo en someterse a una cirugía de cambio de sexo. De acuerdo a sus declaraciones a medios británicos, desde que tenía 9 años estuvo convencida de que había nacido en el cuerpo incorrecto.

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Capturas tomadas de: YouTube/This Morning

Consciente de que en esa época manifestar sus dudas sobre su identidad podría haber sido considerado como una “aberración sexual”, James intentó llevar una vida ‘normal’ para que la sensación desapareciera. En el colegio se convirtió en capitán del equipo de boxeo, a sus 23 años contrajo matrimonio y trabajó como ingeniero mecánico y asesor financiero.

Pese a que el hombre tuvo un matrimonio estable y llegó a tener tres hijos, su espíritu femenino siempre estuvo latente y en las noches se escapaba vestido de mujer a algunos eventos sociales. “Nunca le dije a mi esposa de mis sentimientos porque en esa época ser un hombre que quería ser mujer era una aberración sexual”, explica actualmente.

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Su pareja se dio cuenta de la ‘doble identidad’ de James luego de descubrir unas fotos de Ruth en su carro, y a pesar de lo dolorosa que pudo haber resultado la confesión, decidió permanecer a su lado. En 2003 James se divorció de forma amistosa de su pareja y siete años después empezó a vivir como una mujer.

Meet Ruth Rose, 81 years young and #trans. “It’s never too late to be yourself.” http://t.co/8bzdCiydH5 pic.twitter.com/T7Cmtm178m

— All Out (@AllOut) 18 de octubre de 2014

Motivado por su médico ortopedista personal, a los 81 años inició un tratamiento hormonal para convertirse en Ruth completamente y se sometió a la cirugía de reasignación de sexo que tuvo un costo de 4.000 euros. “Fue una euforia absoluta (…) No habría importado hubiese sentido todo el dolor en el mundo, todavía sería euforia”, cuenta al recordar el episodio.

Hoy, cuatro años después de su intervención, Ruth es una abuela orgullosa de cuatro nietos y ha ofrecido diversas entrevistas a medios británicos para dar a conocer su historia y enviar un mensaje a aquellos que quieren someterse a cirugías de reasignación de sexo. “Nunca es demasiado tarde para hacerlo, pero tampoco es fácil (…) tienes que comprenderte a ti mismo y hacer una limpieza en tu vida lo mejor que puedas”, asegura.