De acuerdo a datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer de mama es el más común entre las mujeres del mundo debido a que representa el 16% de todos los cánceres femeninos.
Condiciones genéticas, consumo de alcohol y la obesidad, son algunos de los factores de riesgo de la enfermedad, que podría afectar a una de cada ocho mujeres en alguna época de su vida. Pero ahora un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) arroja un dato que podría ser esperanzador en la lucha y prevención de este tipo de cáncer.
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Vivir cerca de zonas verdes urbanas, como jardines o parques, disminuye el riesgo de sufrir de cáncer de mama. Según la investigación, desarrollada con cerca de 3.000 mujeres de provincias españolas, vivir a menos de 300 metros de un parque reduce el riesgo de padecer la enfermedad en un 35%.
“El riesgo de cáncer de mama es mayor en las mujeres que viven cerca de zonas agrícolas, lo que indica que la asociación entre espacios verdes y cáncer de mama puede depender del uso que se da a la tierra”, indicó Cristina O’Callaghan-Gordo, autora de la investigación que ha sido publicada en la revista ‘International Journal of Hygiene and Environmental Health’.
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El estudio también arroja que entre mayor es la cercanía a estas zonas verdes, se disminuye aún más el riesgo de sufrir cáncer de mama: vivir a menos de 100 metros de un jardín, representa una reducción del 44%.
“A partir de un único estudio no se puede extraer un porcentaje fiable, son necesarios más trabajos y con una muestra más amplia. Pero sí podemos afirmar que vivir cerca de una zona verde urbana reduce el riesgo de cáncer de mama”, añade O’Callaghan-Gordo.
De acuerdo a la investigación, las zonas verdes son relacionadas con un mejor estado de salud físico y mental, además de una mayor esperanza de vida. “Nuestra hipótesis ahora es que se puede deber a una reducción de los niveles de estrés y depresión”, explica la autora del estudio.
El estudio realizó un seguimiento a los hábitos de vida de 1.619 mujeres sanas, con edades similares y residentes en 10 provincias españolas. También se analizaron a 1.129 pacientes con cáncer de mama.
El dato | Los espacios verdes también han sido asociados con cambios estructurales positivos en el cerebro de niños y niñas: mejoran la capacidad de atención y el desarrollo emocional.
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— América Digital (@AmericaDigital) 21 de agosto de 2018