El presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, afirmó que las protestas contra su Gobierno en varias ciudades del país son “el gran problema del momento”. Además indicó que sus detractores están comenzando a “mostrar su verdadera cara”.
Las protestas contra Bolsonaro en Brasil comenzaron hace dos semanas en Sao Paulo, en medio del coronavirus. Se intensificaron el pasado 7 de junio con diversas manifestaciones “antifascistas” y “antirracistas” en las calles del país.
Llama la atención que, hasta ahora, las protestas habían sido monopolizadas por los seguidores de Bolsonaro, en su particular cruzada contra la Corte Suprema, el Congreso y las medidas de aislamiento adoptadas por los estados y municipios.
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Asimismo, en la mañana de este 8 de junio, un manifestante lanzó tinta roja en dirección al Palacio de Planalto, sede del Gobierno brasileño, en Brasilia. Este manchó la rampa de acceso al edificio, que inmediatamente fue limpiada por los funcionarios del local.
“El gran problema del momento es eso que ustedes están viendo ahí un poco en la calles, ayer. Ellos están comenzando a mostrar su verdadera cara”, dijo Bolsonaro en declaraciones a un grupo de sus partidarios, transmitidas por el portal ‘Foco do Brasil’.
El mandatario, que ha tildado a sus detractores de “terroristas marginales”, aseguró a sus partidarios que “vencerán esa guerra”; que “Brasil no va para la izquierda”; ni se transformará en “una Venezuela como algunos querían ahí”.
También les instó a “olvidar” a los grandes diarios brasileños, como Folha de Sao Paulo y O Globo, a los que considera “enemigos” de su Gobierno.
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“Ayer, para los grandes medios, los manifestantes son demócratas. Treinta años de adoctrinamiento encima de Brasil, cada vez más formando militantes”, subrayó el líder ultraderechista.
Frente a las protestas y a la difícil situación que se viven en el país, Bolsonaro afirmó que, poco a poco, “arreglará las cosas” en Brasil. Precisamente, puso como ejemplo que a final de este año nombrará a un juez de la Corte Suprema, tras la jubilación del decano de ese tribunal, Celso de Mello.
Celso de Mello coordina, además, una investigación en contra del jefe de Estado por presuntas injerencias políticas e ilegales en el seno de la Policía Federal. De hecho, en un mensaje privado, filtrado por los medios, comparó el momento actual de Brasil con la ascensión del nazismo en Alemania.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, es uno de los pocos líderes mundiales negacionistas sobre el peligro del coronavirus. Para él es una “gripecita”. Hoy afronta una grave crisis política por su gestión de la pandemia, que sigue avanzando en el país con casi 700.000 contagios y más de 35.000 fallecidos.
Además, el Gobierno de Bolsonaro ha decidido ocultar parte de las estadísticas del coronarivus, al no informar el número total de casos confirmados y muertes. Solo divulga los datos de las últimas 24 horas que, además, están siendo contradictorios y no cuadran con las cifras de las secretarias regionales de los 27 estados brasileños.
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