Después de negar en numerosas ocasiones la existencia de una crisis humanitaria y de no admitir que se necesitaba una asistencia mayor para hacerle frente a la pandemia del coronavirus, el régimen de Nicolás Maduro firmó un acuerdo humanitario con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Asamblea Nacional que dirige Juan Guaidó.
El epidemiólogo y exministro de salud, José Félix Oletta, explicó todas las implicaciones de este acuerdo en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“Es la primera vez en cuatro años que el régimen acepta cualquier tipo de acercamiento con la Asamblea Nacional y se da en el contexto complejo de la pandemia. Esto nos refleja de una manera directa y tácita su incapacidad para resolver solo el problema. Este ha sido un reclamo de la sociedad científica y de las instituciones académicas que exigían la participación activa junto al Gobierno ante la amenaza del COVID-19 para proponer soluciones en conjunto”, dijo el experto.
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Desde el régimen se anunciaban sus acciones contra el coronavirus como una victoria. Sin embargo, lo cierto es que la situación extrema los llevó a firmar el acuerdo después de 80 días de pandemia. “Han demostrado su incapacidad para poder atender la magnitud de este problema. Esto es un reconocimiento de que el Gobierno no puede resolver solo la situación”, agregó Oletta.
Implicaciones del acuerdo humanitario
Desde que se dio a conocer el acuerdo sanitario, se produjo una polvareda de comentarios. La mayoría fueron críticas hacia Guaidó, dado que se percibe como un reconocimiento a la autoridad del régimen. Pero por el otro lado, desde el madurismo también queda la sensación de que sucumbió ante las demandas de la Asamblea Nacional.
“El acuerdo implica la participación activa de la Organización Panamericana de la Salud como uno de los órganos de la Naciones Unidas especializados en el área de salud pública. La disponibilidad de recursos que se tendrán ahora va a permitir alcanzar preparativos y una serie de inversiones indispensables para poder atender aquellos casos graves por el COVID-19″, expuso el doctor.
Otro de los beneficios del acuerdo va dirigido al sistema de salud venezolano que tiene un gran deterioro.
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“Desde el punto de vista de la capacidad operativa estamos en condiciones muy bajas. Las últimas encuestas indican que la disponibilidad de agua en los hospitales públicos no supera el 30%. La electricidad es intermitente. No hay suficientes equipos de protección para el personal sanitario. Por su parte, la vigilancia epidemiológica también está muy limitada”, enfatizó Oletta.
De hecho, mucho se ha denunciado que las cifras que presenta el régimen no dejan de ser dudosas.
“El régimen ha hecho pruebas rápidas, pero no las diagnósticas y por lo tanto hay un número de casos muy importante que no son diagnosticados. En consecuencia, la magnitud de la epidemia no se puede evaluar en sus números más aproximados. Venezuela está en la cola en el continente americano en número de pruebas realizadas por millón de habitantes”, resaltó.
Para el especialista el momento más grave del coronavirus en Venezuela podría producirse en los próximos días. “El incremento más agudo se va a vivir en las próximas tres o cuatro semanas, lo que significaría un aumento importante de casos, que superaría los cuatro mil infectados por día“, dijo el experto en salud.
América Digital
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