Las protestas en más de cuarenta estados por la muerte del afroamericano George Floyd –que se han extendido por 6 noches continuas– han sido una mezcla extraña de dolor, exigencias, reclamos legítimos y violencia.
Violencia en forma de saqueos, incendios de vehículos, bloqueos de calles, bombas lacrimógenas, balas de goma. Gritos, empujones, llanto, canciones, oraciones, pancartas y consignas, rostros de policías y guardias armados.
Hay indicios de que en los disturbios participan personas con otras motivaciones: vestidos de negro, no traen pancartas, buscan saquear y generar más violencia, agitadores infiltrados, así lo confirman los arrestos de manifestantes llegados de otros estados e imágenes que circulan en redes sociales de grupos extremistas.
Si la violencia y la política se convierten en la bandera de este reclamo justo, se perderá el mensaje que se quiere dar. ¿Qué está pasando en realidad en Estados Unidos? ¿Cómo ha reaccionado el presidente Donald Trump? ¿Cómo podrá solucionarse este conflicto?
César Miguel Rondón profundiza el tema junto a la periodista Emiliana Molina (@EmilianaMolinaF) y los analistas Frank Mora (@FrankMora_FIU) y Hernán Molina (@HernanMolinaTV).