En su editorial de este 27 de mayo, César Miguel Rondón habla sobre el caso del jóven con discapacidad cognitiva que fue apresado en Venezuela por protestar con una cacerola.
El presentador comienza diciendo que Luis Ernesto Pérez Luna, “es un joven con discapacidad intelectual, quien hasta el 8 de mayo estaba bajo el cuidado y atención de su familia”.
Sin embargo, advierte rondón, salió como muchos otros a reclamar su derecho de contar con electricidad.
“Ya habían transcurrido varios días sin luz y las cosas en casa se ponían muy complicadas”.
La detención de Pérez se realizó el pasado 8 de mayo, en la población de El Tocuyo, explica Rondón, recalcando que fue la Policía Nacional Bolivariana y la Policía de Lara quienes lo arrestaron y trasladaron hasta una sede de la comandancia del órgano de seguridad.
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“Fue privado de libertad por orden de la jueza 7 de Control de la entidad, Ana Tovar”, sostiene el presentador.
Ayer en la tarde, recuerda al mismo tiempo, se pudo ver al joven esposado, rodeado de sus abogados, en medio del traslado a los tribunales, con un jugo en sus manos.
A su juicio, al joven se le observaba con “un rostro triste, lleno de interrogantes, sin entender preguntas, ni saber con certeza, cómo darles respuesta”.
Para quienes somos padres de jóvenes con alguna condición especial, señala, “sentimos con inmenso dolor lo que vive Luis Ernesto”. Asimismo, advierte que se puede imaginar el enorme riesgo que corre el muchacho: encerrado, vulnerado y presionado.
“Esto no tendría por qué haber ocurrido”, sentencia, argumentando que manifestar es un derecho de todos en democracia.
Rondón asegura que Luis Ernesto es hijo de cada venezolano de buen corazón y “su libertad, su derecho, no es un asunto personal”, precisa.
“Cuando el eslabón más débil de esta cadena se rompe, también nos rompemos todos”, culmina diciendo el César Miguel Rondón.