De acuerdo con reportes de la agencia de noticias Bloomberg, el régimen de Nicolás Maduro estaría evaluando una posible privatización de las estaciones de servicio, en un esfuerzo para frenar la escasez de gasolina que vive actualmente el país.
Hasta el momento, la única respuesta de Maduro ante la situación ha sido acordar con Irán un envío de cinco tanqueros cargados con gasolina. Pero esta no es una solución permanente.
De acuerdo con el presidente encargado de Venezuela Juan Guaidó, el cargamento de gasolina que viene en camino equivale a tan solo “dos días, en situación normal para Venezuela”.
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Según Bloomberg, entre las opciones para una solución a largo plazo, están un mercado privado para importaciones y un aumento de precio en la gasolina. Con esta estrategia, Pdvsa (estatal de petróleo venezolana) “permitiría a las compañías privadas importar y distribuir combustible”.
Esto, teóricamente, evitaría las sanciones estadounidenses contra las entidades vinculadas con el régimen de Maduro. Sin embargo, un alto funcionario de la administración estadounidense, dijo a Bloomberg que Washington “examinaría de cerca cualquier nuevo sistema para buscar vínculos con el régimen”.
Jugada riesgosa
Tomar la decisión de privatizar la gasolina conlleva un gran riesgo dentro de la administración de Maduro. Gran parte del relato chavista se ha basado en la idea de la “nacionalización” del petróleo. En 2008, Hugo Chávez prohibió el acceso de empresas privadas al mercado de distribución de combustible.
Hasta ahora, los venezolanos surtían gasolina prácticamente gratis. Desde que el país realizara la reconversión monetaria en 2018, los precios de la gasolina nunca fueron actualizados. En ese momento, ante el contrabando de gasolina, Maduro dijo que activaría un plan para llevar los precios a nivel internacional, pero nunca lo hizo.
Ahora, por la escasez de gasolina, se creó un mercado negro de la gasolina en Venezuela. Algunos ciudadanos reportan que para poder conseguir combustible, deben pagar entre 2 y 5 dólares por litro. Todo esto, a pesar de que las estaciones de servicio están bajo control de la Fuerza Armada.
Si bien el régimen enfrenta esta decisión como una de las últimas alternativas para buscar oxígeno, parece que todo apunta a que será el camino a seguir.
De acuerdo con el artículo de Bloomberg, dos personas relacionadas con el tema, indicaron que se está verificando la conectividad a Internet en 250 estaciones, de 1.530 en todo el país, y se desbloquean los lectores de tarjetas para ampliar la conectividad con bancos privados.
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